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Amarga celebración

El pasado 6 de julio, la ciudad de Dharamsala, ubicada en el norte de India, celebró por lo alto el cumpleaños número 70 del Dalai Lama, quien vive en exilio desde 1959 tras huir del Tíbet después de una fallida revuelta popular contra la ocupación china.

10 de julio de 2005

Ese día Tenzin, Gyatso, considerado la encarnación de Buda, fue homenajeado con un festival de música y danza tibetana, pero las celebraciones se vieron ensombrecidas cuando, como para dañarle la fiesta, un portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores dejó saber durante una rueda de prensa que el sueño del líder budista de regresar al Tíbet no se hará realidad. "La postura de China no ha cambiado. El Dalai Lama debe reconocer en público y de forma clara que el Tíbet es parte inalienable de China. Sólo bajo estas condiciones podremos discutir con él sobre su futuro", fue la declaración. El líder espiritual budista ha luchado durante años por la independencia del Tíbet y la restauración de sus tradiciones, por lo que en 1989 recibió el premio Nobel de Paz.