REALEZA
Una boda histórica: así fue el enlace entre los descendientes de Napoleón y el emperador de Austria
Las casas imperiales de Francia y Austria se vuelven a unir gracias a Jean-Christophe Napoleon Bonaparte y Olympia von und zu Arco-Zinneberg que emularon en París el casamiento entre sus antepasados, Napoleón y la archiduquesa María Luisa, de hace dos siglos. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.
Ahora que la realeza es menos dada a casarse entre sí y tiende a elegir parejas sin abolengo, este matrimonio resulta todo un suceso, mucho más cuando rememora hechos que definieron el rumbo de la historia.
El novio es sobrino tataranieto del emperador Napoleón Bonaparte, mientras que su esposa proviene directamente del emperador Franz II de Austria, monarcas que sellaron su pacto político con un matrimonio, a la antigua usanza.
París, 17 de octubre de 2019. Jean-Christophe, príncipe Napoleón, sobrino tataranieto de Napoleón, desposó a la condesa Olympia von und zu Arco-Zinneberg, descendiente directa de Franz II y pariente de María Luisa, en el Palacio Nacional de los Inválidos, donde reposa el emperador galo.
El 2 de abril de 1810, Napoleón desposó a la archiduquesa María Luisa de Habsburgo, hija de Franz, en el Salón Carré del Palacio del Louvre, a lo que siguieron festejos que se prolongaron hasta junio. No fue una boda por amor, sino que además de la conveniencia estratégica, el emperador galo buscaba a quien le diera un heredero que perpetuara su fama de amo y señor de Europa.
Era, además, una unión basada en la desdicha de la exemperatriz Josefina, a quien Bonaparte repudió porque no pudo darle el anhelado vástago.
Napoleón y María Luisa casi no vivieron juntos y todo acabó cuando él murió, destronado y exiliado en la isla de Santa Elena, tras cumplirse el presagio de uno de sus mariscales: “Ton ambition insatiable te perdra” (Tu ambición insaciable será tu perdición).
Charles, actual príncipe Napoleón, padre del novio, con la archiduquesa Marie- Beatrice de Austria, madre de la novia.
En octubre, la dos casas volvieron a verse en el altar a través de Jean-Christophe, jefe de la casa imperial Bonaparte, y Olympia, bisnieta de Karl I, el último emperador austriaco, quienes aseguran que su matrimonio no tiene un tinte político como el de sus ilustres parientes y, según lo enamorados que se ven, les espera el final feliz que ellos no vivieron.
El novio estudió negocios en Harvard y es socio de la firma The Blackstone Group, en Londres. La novia es graduada en Historia del Arte en Yale y Columbia.
Por lo demás, escogieron para su gran día escenarios que evocaban a la pareja imperial. La ceremonia se llevó a cabo en el majestuoso Palacio Nacional de los Inválidos, donde reposan los restos de Napoleón en París, mientras que el banquete nupcial fue en el Château de Fontainebleau, donde Bonaparte y María Luisa vivieron brevemente.
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Todo ante la mirada de una concurrida nómina del Gotha, como el gran duque Henri de Luxemburgo, la princesa Beatrice de York, representantes de los tronos de Bélgica, Liechtenstein, Grecia y Portugal, casas nobles como los Von Bismarck, y grandes fortunas como los Getty.
El novio llegó del brazo de su madre, Beatrice de Borbón-Dos Sicilias, descendiente de reyes como Louis XIV de Francia. La novia, vestida por Oscar de la Renta y con la tiara bandeau de la casa Austria-Este, junto a su padre, el conde Riprand de Arco-Zinneberg, por quien proviene de los reyes de Baviera.
Muchos son parientes de los novios, así que el encuentro histórico también fue de familia. Ello porque además de descender de Jérôme, hermano menor de Napoleón y rey de Westfalia, el novio es hijo de la princesa Béatrice, de la casa real Borbón-Dos Sicilias, a través de quien lleva la sangre de monarcas como Louis XIV de Francia, Carlos III de España y George III de Inglaterra.
Olympia, hija del conde Riprand de Arco-Zinneberg, proviene también del linaje real de Baviera y del rey Victor Emmanuel III de Italia, un ancestro que comparte con su esposo.
Esta boda fue todo un evento para los napoleónicos nostálgicos por el pasado glorioso de Francia.
* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.