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A CARACAS

10 de febrero de 1992

EL NOMBRAMIENTO DE RODRIGO PARDO EN LA EMBAJADA DE VENEZUELA no sorprendió a nadie dentro del mundo de la diplomacia. Pardo, uno de los más discretos funcionarios que haya tenido este y el anterior Gobierno, a estas alturas ya es un viejo zorro que se ha movido con soltura por los corredores del poder.

Lo sacaron de la academia cuando era director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Los Andes para convertirse en asesor de comunicaciones de Virgilio Barco. Después asesoró las campañas políticas de Ernesto Samper y César Gaviria, y desde que éste ultimo asumió el poder, Pardo ha sido su vicecanciller. Ahora su nombre saltó a la palestra para ponerse a la cabeza de una de las embajadas más importantes para Colombia. y remplazando a Noemí Sanín, quien dio mucho que hablar en el vecino país. La mezcla de conocimientos y discreción que posee Pardo, sin duda harán que su gestión alcance la misma fama de la anterior.