CARTAS DE GUERRA

LA SOTANA NO PARECIA SER UN IMPEdimento para que Javier Darío Restrepo ejerciera al mismo tiempo una profesión que había asumido con la misma fe que el sacerdocio hace 40 años: el periodismo. Lo llevaba en las venas desde sus épocas de estudiante en el seminario de Manizales y lo empezó a ejercer con toda la seriedad del caso desde el instante en que fue ordenado sacerdote en Cartagena, en 1955.
En ese entonces su preocupación por la ética, las desigualdades sociales y la violación de los derechos humanos, razón de ser de la mayoría de sus trabajos, encajaba a la perfección para satisfacer a gusto sus dos vocaciones. Pero una serie de artículos suyos en la revista La Hora, de la Comisión Pastoral de Paz, comenzó a incomodar por el tono a los jerarcas de la Iglesia, hasta el punto de decidir cerrarla. "Cerrar una revista es mucho más grave que tumbar una catedral", dijo Restrepo y supo que la pasión por el periodismo era más fuerte que la del sacerdocio.
Esa pasión es la que le ha permitido ser hoy, ya pensionado y con 62 años, uno de los periodistas más experimentados del país, no sólo por las crónicas y reportajes que sobre la realidad nacional ha realizado para el noticiero 24 Horas desde la fundación de éste, hace cerca de 20 años, sino por los testimonios periodísticos que ha reunido en libros como Avalancha sobre Armero, sobre la tragedia del nevado del Ruiz, y La rebelión de las sotanas, sobre el famoso grupo de sacerdotes rebeldes que conformaron el grupo de Golconda.
Fuera de Colombia también es un veterano de mil batallas. Ha sido testigo de acontecimientos tan trascendentales como la revolución sandinista en Nicaragua y la organización de los contras en Honduras, la guerra de El Salvador, la trágica toma de la Embajada de España en Guatemala, la expulsión de Arafat y la OLP del Líbano y la guerra de Las Malvinas, en Argentina. Precisamente esta serie de episodios, cubiertos para 24 Horas a comienzos de los años 80, fue recogida en un libro que la semana pasada lo hizo merecedor del Premio Germán Arciniegas de periodismo, organizado por Editorial Planeta, Titulado Testigo de 6 guerras, el texto está escrito a la manera de cartas a su hija en las que relata su experiencia vital como testigo de cada conflicto.
Así las cosas, el premio de Javier Darío no solo es el reconocimiento a una carrera coronada de éxitos, entre los que se encuentra un premio CPB, sino la comprobación de que en su lucha por sacar adelante el periodismo valió la pena el sacrificio de la sotana.