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CLARA JUSTICIA

Clara Forero de Castro, una de las juristas más respetadas del Consejo de Estado fue pieza clave para la permanencia de Alfonso Valdivieso en la Ficalía.

1 de enero de 1996

LA SEMANA PASADA EL PAIS ESTUVO PENdiente de la suerte del fiscal general, Alfonso Valdivieso Sarmiento. Desde cuando en julio del año pasado la Corte Suprema de Justicia dejó abierta la posibilidad de que Valdivieso abandonara la Fiscalía, luego de cumplir con el período para el cual había sido elegido Gustavo de Greiff, la opinión empezó a hacer conjeturas que apuntaban hacia dos direcciones: la continuidad en el cargo o la salida del mismo. El único ente de la rama judicial con capacidad de definir qué iba a pasar con el Fiscal era el Consejo de Estado. Y dentro de ese organismo la gran responsabilidad cayó sobre una de las consejeras más respetadas: Clara Forero de Castro.
Muy pocas decisiones en el país han producido tanto beneplácito como la adoptada por la sala plena del Consejo de Estado la semana pasada, luego de la ponencia favorable a la continuidad en el cargo que presentó la consejera Forero de Castro. Desde el Presidente de la República hasta el más humilde de los colombianos se mostró partidario de la decisión que tomó el máximo tribunal de lo Contencioso Administrativo.
La propia Corte Suprema, que había determinado que el período de permanencia de Valdivieso al frente de la Fiscalía sólo duraría hasta marzo de 1996, se mostró complacida por el fallo. El presidente de la corporación, Carlos Esteban Jaramillo, declaró que "esta era una decisión que el país esperaba. Es importante que una institución de las características de la Fiscalía tenga al frente hombres con períodos fijos y no a pedazos, que puedan enturbiar la marcha de las investigaciones".
Pero una de las cosas que más llamó la atención fue el hecho de que en un país como Colombia, tan amigo de controvertir todas las decisiones judiciales, la determinación del Consejo de Estado fuera recibida casi con unanimidad. Y la razón para ello estuvo en que se trató, sin duda, de un fallo eminentemente jurídico, sin consideraciones políticas de ninguna clase. Quienes la conocen dicen que dicho fallo pinta de cuerpo entero a Clara Forero de Castro, una abogada rosarista, esposa del constitucionalista, ex ministro y ex alcalde de Bogotá, Jaime Castro.
Por aquellas cosas del destino, esta jurista ha tenido que enfrentarse muchas veces a grandes retos históricos. En noviembre de 1985, siendo fiscal del Consejo de Estado, sobrevivió a las 27 horas de terror que siguieron a la ocupación del Palacio de Justicia por parte de un comando del M-19. Y ahora, en uno de los momentos más difíciles del país, tuvo en sus manos la suerte del Fiscal General, uno de los hombres más apreciados por los colombianos. En ambos, por fortuna, ha salido bien librada.