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CONTAMINATOR

Un hombre de 21 años puede ser el responsable de una epidemia del virus de sida en el estado de Nueva York.

8 de diciembre de 1997

el condado de Chautauqua es una pequeña y pacífica población de 140.000 personas ubicada a 300 millas al noroeste de Nueva York. Este condado se caracteriza por su tranquilidad y porque nunca pasa ningún hecho fuera de lo común. Pero esa calma fue interrumpida hace un par de semanas con una noticia que dejó aterrados a sus habitantes. Los noticieros comenzaron su emisión con el reporte de la oficina de salud del condado en el que se registraban por lo menos 11 nuevos casos de jóvenes mujeres infectadas con el virus del VIH. El gran misterio para las autoridades era que las afectadas son adolescentes que aparentemente no estaban expuestas a ninguna situación de riesgo. La duda los llevó a investigar la relación que existía entre cada caso y atando cabos pudieron llegar a una misma persona. Las pistas condujeron a Nushawn Williams, un hombre negro de 21 años que viajaba constantemente entre Nueva York y esa pequeña población. Indagando lograron establecer que el hombre era portador del sida y que a sabiendas de su enfermedad mantuvo contacto sexual con varias mujeres a lo largo del estado. Además del contacto que tuvo con estas 11 mujeres se cree que él fue el eslabón que dio paso a la propagación de nuevos casos. En enero Williams abandonó este condado y meses después fue capturado por la policía de Nueva York, lugar en donde se encuentra encarcelado desde septiembre bajo cargos de tráfico de drogas. A esto se le suma una orden de arresto en su contra _proferida en Chautau-qua _ en la que se le acusa de violar a una menor de edad. Pero lo que más sorprendió a las autoridades fue descubrir que no fueron solo 11 casos los relacionados con Williams. En una confesión a la policía el hombre manifestó haber tenido por lo menos otras 50 parejas sexuales sabiendo que era portador del virus, lo que hace suponer a las autoridades que cientos de personas están en peligro de infectarse a través de un contacto directo o indirecto con este hombre. Lo peor de todo es que la pesadilla aún no se ha acabado. Lo más aterrorizador es que cada vez que las autoridades lo interrogan Williams da a conocer nuevos nombres de mujeres. Con esta epidemia la población se ha puesto en alerta. Según los servicios comunitarios de sida, a partir de lo sucedido en los últimos días se han incrementado considerablemente las pruebas de Elisa en el sector. En solo un día se presentaron 120 personas para realizarse este examen. Muchos se preguntarán cómo hizo este hombre para infectar a tantas mujeres. Al parecer Williams aprovechaba su juventud y simpatía para acercarse a las jóvenes, a quienes por lo general esperaba a la salida de las clases o en los parques. Allí les ofrecía droga y las convencía para tener relaciones sexuales con él. Pero como éste no es el único cargo en su contra, es muy probable que de ser hallado culpable de este nuevo delito pase los años que le quedan de vida tras las rejas.Por lo pronto Williams enfrenta la posibilidad de un nuevo juicio por haber infectado en forma premeditada a muchas mujeres. Sin embargo la corte determinó que éste será pospuesto hasta diciembre para darle oportunidad de asistir a una evaluación siquiátrica. Mientras tanto, en el apacible condado de Chautauqua, el fantasma de Williams continúa rondando por las calles y aterrorizando a los jóvenes que esperan con ansiedad conocer los resultados de la ahora trágicamente popular prueba de Elisa.