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David Letterman: un ícono que se despide

El retiro del humorista y comentador marca el fin de una era en la televisión nocturna estadounidense. Dejará un vacío difícil de llenar.

9 de mayo de 2015

Ni Jay Leno, su competidor de toda la vida, ni el resto de sus contrincantes alcanzaron el nivel de popularidad y respeto de David Letterman, aunque nunca fue el rey del rating. De los 23 años en los que compitieron, solo le ganó en 18 meses. Era tal su permanente derrota, que afirmó en una entrevista reciente al diario The New York Times: “Siempre me sorprendió que no me despidieran”.

Semejante afirmación suena absurda pues Letterman, un baby boomer nacido en 1947 en Indianápolis, está desde hace rato en la lista más exclusiva de los íconos de la televisión estadounidense. Tanto, que desde 2014 superó a su ídolo y mentor, Johnny Carson, como el anfitrión que por más tiempo condujo programas talk shows nocturnos. Letterman no creó este formato, pero a través de él construyó un legado único con base en su ingenio, su humor y su honestidad.

El 20 de mayo de 2015, después de presentar 6.028 programas desde 1982 y de amasar una fortuna de casi 500 millones de dólares (entre sueldos y honorarios como productor de varios programas que incluían el suyo), David Michael Letterman presentará por última vez el Late Show. Leno había dicho adiós en 2014, por lo cual desde el jueves 21, sin Letterman, el panorama de la televisión nocturna quedará en manos de una generación joven que incluye a Jimmy Kimmel y a Jimmy Fallon, con nuevas ideas para un formato que nunca será el mismo. Ese formato que se metió en los hogares estadounidenses gracias a Johnny Carson.

Carson, un hombre simpático, familiar y respetado, instauró entre 1962 y 1992 el rito de seguir talk shows en Estados Unidos. Millones de telespectadores cerraban sus jornadas sintonizando la NBC para verlo. Carson hacía reír y pensar, y se proyectaba gracioso, equilibrado e importante a la vez. Con su estilo, influyó en toda una generación de comediantes y, hasta la fecha, modelos del humor como Jerry Seinfeld lo citan como referencia, lo imitan a manera de homenaje, lo veneran. No es extraño que 50 millones de telespectadores vieran su despedida.

En 1982, Carson logró el control creativo del programa que seguía al suyo. Para presentar ese nuevo espacio escogió a Letterman, un especialista en stand up de 33 años, inteligente y sagaz, que venía de fracasar como presentador de un espacio matutino en la NBC en 1980. Desde 1982, mientras Carson entraba a la última década de su carrera, Letterman asumía con desparpajo su segunda oportunidad en NBC, como si fuera una aventura que podía terminar en cualquier momento. En ese programa, el Late Night with David Letterman, forjó su identidad y creó su propia audiencia. Conan O’Brien, presentador del show Conan en la cadena TBS, aseguró a varios medios que el legado de Letterman fue evidente desde ese momento: “El formato del ‘show’ tardío existía hacía unos 30 años, pero David y sus escritores lo reinventaron totalmente. Lo que hicieron fue una revolución”, aseguró.

Y es que en el Late Night, que presentó desde 1982 hasta 1992 (junto a su inseparable compañero de fórmula, el músico canadiense Paul Shaffer), Letterman y su equipo intentaron cosas inéditas. Integraron sketches humorísticos, trucos tontos de mascotas, e incluso Letterman se prestó para portar extraños vestidos de velcro, de imanes y de Rice Krispies. David también leía y respondía cartas de los televidentes, y dejaba participar al público en el programa. El estilo quedó inmortalizado cuando Letterman, como nadie, le preguntó con desparpajo al promotor de boxeo Don King, famoso por su pelo de alambre, sobre qué rayos sucedía en su estrafalaria cabellera.

En 1992, el retiro de Carson marcó un punto de inflexión en la carrera de Letterman. Esperaba heredar su trono en The Tonight Show, pero NBC lo sorprendió al nombrar a Jay Leno, un comediante con un estilo distinto, que paradójicamente se había dado a conocer en sus 39 visitas al show de Letterman. Los dos se conocían desde 1972 y, muy a pesar de su enojo, Letterman felicitó públicamente a su colega. Esa coyuntura marcó el inicio de la competencia entre ambos. La cadena CBS aprovechó la decepción de Letterman para reclutarlo y montarle competencia a NBC. Howard Stringer, productor de CBS, creó el Late Show with David Letterman, producido en el teatro Ed Sullivan en Nueva York y le pagó a su presentador casi cinco veces el sueldo de Leno.

En los primeros meses de competencia la audiencia acompañó a Letterman. Pero tras la aparición de Hugh Grant en el show de Leno en 1995, para pedir perdón por el escándalo de prostitución en el que se vio envuelto, los ratings favorecieron por siempre a NBC. Leno siempre fue un comediante más básico mientras Letterman era más observador y mordaz. Más gente escogió a Leno, pero las opiniones que hacían eco eran las de Letterman. Presidentes, actores y actrices, íconos de la cultura popular aparecieron en su programa. Y si alguien quería hacer parte de la audiencia, tenía que aguardar seis meses en una lista de espera. Podía no ser el más visto, pero como Johnny Carson, según el comentador mediático Bill Simmons, “los invitados querían caerle bien a él, más de lo que él quería caerle bien a ellos”.

A pesar de su éxito, Letterman no estuvo exento de episodios difíciles. Una cirugía de corazón en 2000 puso en entredicho su continuidad, pero la superó. Una única y criticada aparición como anfitrión de los Premios Oscar en 1994 dejó en claro que jamás volvería a hacerlo. Y un escándalo sexual en 2009 casi acelera su retiro. Pero la franqueza con la que asumió el chantaje de las empleadas suyas con las que se acostó, y la manera en la que pidió perdón a su mujer desarmaron a sus críticos. Y se mantuvo a flote hasta finales de 2014, cuando anunció su retiro. Así dejó sin aire a su audiencia y a su fanaticada, que desde entonces ha tratado de ignorar que, en pocos días, su presentador de confianza los habrá dejado para siempre.

En la entrevista en The New York Times, Letterman compartió sus planes para este verano, su primero libre de responsabilidades: “Me libraré a lo que quiera mi familia. Por primera vez desde que Harry –su hijo de 11 años– está vivo, nuestros planes de verano no serán decididos por mí. Todo dependerá de lo que él quiera hacer, y eso es genial”.

33 años en la televisión


Hasta el 20 de mayo de 2015, fecha de su última emisión:

*Letterman habrá grabado 6.028 programas, sumando los 1.810 del Late Night con NBC (595 semanas) y los 4.214 de Late Night with David Letterman con CBS (1.135 semanas).

*Habrá recibido 19.932  invitados, 5.850 en NBC y 14.082 en CBS.