DE 'HIT'

El sábado 18 de mayo de 1996, a la 1:21 de la tarde, el barranquillero Edgar Rentería se dispuso a encarar su primer turno al bate en las Grandes Ligas. Su equipo, los Marlins de la Florida, enfrentaba como visitante a los Cachorros de Chicago. Corría la primera entrada y a la primera bola disparó un sencillo al jardín izquierdo. Anclado en primera base, y bajo la ovación del público, el colombiano recibió la bola en cumplimiento del homenaje tradicional que los peloteros le brindan a un novato en su primer hit. Para los seguidores de los Marlins, el roletazo del barranquillero era apenas el abrebocas de un partido que ganarían 3 carreras a 2. Para Rentería, en cambio, era el inicio de una temporada que hoy lo tiene al borde de convertirse en el Novato del Año en la que es considerada la liga de béisbol más difícil y competitiva del mundo: la de Estados Unidos. Con apenas 21 años, Rentería está cumpliendo el sueño de su vida. A los 13 años jugaba microfútbol, pero la insistencia de Edinson, su hermano mayor _quien alcanzó a jugar en Triple A en los Astros de Houston y hoy hace parte del cuerpo técnico en las ligas menores de los Bravos de Atlanta_, terminaría por convencerlo de dedicarse de lleno al béisbol. Así, a los 16 años, ingresó a los Marlins, y luego de cuatro años de intenso trabajo en República Dominicana y Puerto Rico fue seleccionado para hacer parte del equipo mayor. Una lesión del paracortos titular sirvió de catalizador. El estreno de Rentería, dispuesto para septiembre, se adelantó. Y desde aquel hit primaveral en el estadio de los Cachorros, el barranquillero no se ha dejado bajar del puesto. Manejadores, jugadores y periodistas, por igual, están de acuerdo en las cualidades del joven colombiano. Destrezas que a su corta edad ya lo han ubicado por encima de los otros tres peloteros nacionales que han podido ingresar a la liga norteamericana: Luis Castro, Orlando 'El Ñato' Ramírez y Joaquín Gutiérrez. Lo que más ha sorprendido a los expertos es la madurez, la tranquilidad, la elegancia y sobre todo el instinto de Rentería a la hora de fildear. No realiza jugadas espectaculares pero es seguro en el guante y comete pocos errores, sin duda una de sus mejores cartas en la lucha por el galardón de Novato que disputa con el paracortos de los Dodgers, Rey Ordóñez. El consentido de Tom Lasorda tiene un juego vistoso y culmina jugadas imposibles, pero en lo que va corrido de la temporada ha cometido más errores que carreras anotadas. La otra carta de Rentería es su poder ofensivo. El promedio de un paracortos se sitúa generalmente entre los 250 y los 260. El del colombiano _que ha bateado cuatro jonrones e impulsado 27 carreras_, está arriba de los 300, un promedio bueno para cualquier bateador. La gran desventaja de Rentería es no haber podido jugar la temporada completa. Pero aun si no se lleva el premio al Novato del Año, lo cierto es que en el guante y en el bate del joven beisbolista colombiano hay jugador para rato.