DE MALAS

HACE CASI DOS DECADAS LARRY HAGMAN interpretó al malvado J.R. Irwing en la famosa serie Dallas. Desde entonces el actor ha tenido que cargar con el odio de los televidentes, quienes nunca lograron separar los libretos de la vida real. Pero ese resentimiento se ha convertido en compasión desde cuando se supo que Hagman tiene un tumor en el hígado y que su única esperanza de vida es que le sea practicado un trasplante. Y aunque los médicos pensaron que por tratarse de una estrella de Hollywood no sería difícil conseguirlo, en las semanas que han pasado desde el angustioso llamado del actor no ha habido una sola llamada. Sin embargo este triste episodio le ha servido a Hagman para borrar la imagen del ambicioso petrolero texano y que la gente lo conozca como en realidad es: un hombre religioso, padre de dos hijos y con un matrimonio de 40 años. Es decir, mucho más fiel y juicioso de lo que todos pensaban.