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El Nobel murió hace 41 años y su legado aún polariza a los chilenos. | Foto: AP

POLÉMICA

La fijación chilena con la muerte de Neruda

Por segunda vez en menos de dos años, el cadáver de Neruda será exhumado para investigar si murió de cáncer o fue envenenado.

21 de enero de 2015

Ante las versiones contradictorias sobre la muerte del gran poeta chileno, en noviembre de 2013 se exhumó su cadáver y 11 expertos descartaron que hubiera sido envenenado.

Pero para el Gobierno y los familiares de Neruda este resultado no bastó para dar por cerrada la investigación, y ahora ha decidido realizar un nuevo peritaje genético. Así lo informó en rueda de prensa Francisco Ugás, secretario ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.

“Existen antecedentes en la causa de que él habría sido envenenado y en ese sentido, esos indicios, apuntan a la intervención de determinados agentes (represivos). Por lo tanto, existen antecedentes de que constituiría o podría constituir un crimen de lesa humanidad”, declaró Ugás.

El abogado Rodrigo Llédo, del área jurídica del Programa, añadió que “Pablo Neruda no murió de cáncer, si bien tenía esa enfermedad, la causa de muerte hoy día aún es desconocida”. Según el abogado, debido a que han pasado más de 40 años, ya no es posible establecer la presencia de algún veneno en el cuerpo del poeta chileno. “Ya no estamos buscando el veneno sino el daño que pudo haber ocasionado algún tipo de veneno, agente químico, biológico o radiológico en los restos de Neruda”, dijo.

Neruda murió 12 días después del golpe militar de 1973 y un día antes del viaje que tenía planeado para exiliarse en México. El poeta murió, además, en la misma clínica privada donde años después ‘agentes represivos’ envenenaron al expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), según investigaciones judiciales.

Esta vez las pruebas genéticas estarán a cargo de un panel de expertos españoles y chilenos. En noviembre de 2013, un equipo de 11 expertos forenses dijo no haber hallado evidencia de que Neruda haya sido envenenado, pero no cerró la investigación judicial.

Las pruebas de toxicología realizadas en 2013 resultaron negativas, pero un comunicado firmado por el Programa de Derechos Humanos dijo que los exámenes “no permiten descartar ni confirmar la posibilidad de que horas antes de su fallecimiento el paciente pudiera haber recibido algún agente (químico, biológico o radioactivo) que posteriormente perjudicara su estado de salud, en forma aguda”.

“La causa de muerte de Pablo Neruda no es clara y, por tanto, la familia, el país y el mundo entero tiene derecho a conocer la verdad”, agregó Lledó.

Tanto en el país como en el exterior los opositores a la recién inaugurada dictadura de Augusto Pinochet pensaban que Neruda podía convertirse en una voz de la disidencia en el exilio, como lo expresó en una ocasión a AP el embajador de México en Chile en 1973, Gonzalo Martínez Corbalá.

La versión oficial del régimen militar (1973-1990) fue que Neruda murió de cáncer de próstata, pero su certificado de defunción indica que tenía caquexia, una desnutrición extrema originada en una muy rápida baja de peso que ocasiona una debilidad que impide incluso moverse.

El ayudante y chofer de Neruda, Manuel Araya, ha afirmado reiteradamente que mientras la esposa de Neruda y él realizaban diligencias fuera de la ciudad, el poeta los llamó y les dijo que se sentía muy mal luego de recibir una inyección cuyo contenido se desconoce.

La nota del Programa de Derechos Humanos precisó que las nuevas pruebas “permitirán contrastar muestras para análisis de materias inorgánicas y/o metales pesados y, eventualmente, orgánicos no realizados, pudiendo establecer la existencia o inexistencia de algún elemento que no debería encontrarse en un tejido biológico y que pudiera ser directa o indirectamente causa de su muerte”.

Neruda, de 69 años, ferviente militante del Partido Comunista y poeta romántico destacado, murió el 23 de septiembre de 1973. Para muchos, su muerte aún es un misterio.


Con información de AP.