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DEL BANCO AL BANQUILLO

Por primera vez habla por televisión Nick Leeson, el ex corredor bancario que quebró Barings.

16 de octubre de 1995

SIETE MESES LLEvaban los tabloides londinenses tras la historia del ex corredor que ocasionó la quiebra del banco Barings. Hace un mes, The Sunday Times señaló que Nick Leeson podría ganar hasta cinco millones de dólares por vender los derechos a los medios de comunicación. Tanto editores como productores de televisión deseaban contar la historia del agente de 28 años, quien actualmente está luchando por no ser extraditado a Singapur, donde está acusado de fraude, falsificación y transferencia ilegal de fondos.
La entidad bancaria con 233 años de tradición quebró en febrero pasado por pérdidas con transacciones por 1.400 millones de dólares, que oficialmente se adjudicaron a Leeson por una serie de fracasadas negociaciones de alto riesgo en mercados a futuro y opciones desde su oficina de Singapur.
La semana pasada Leeson hizo su primera aparición ante los medios de comunicación en una entrevista exclusiva concedida al periodista inglés David Frost de la BBC. El ex corredor disipó todas las especulaciones acerca de que traicionaría a sus superiores en Londres. Cuando el periodista le preguntó si sus jefes sabían acerca de una cuenta secreta en la cual él acumuló millones de dólares de pérdidas, respondió "no". Si bien Leeson no salpicó de culpa a sus jefes, con ello puede haber destruido el más fuerte argumento legal para que su caso sea juzgado en Gran Bretaña y no en Singapur, donde era el administrador general de la oficina del Barings.
Los problemas de Leeson empezaron cuando se puso a apostar en operaciones que involucraban no sólo compra sino venta de futuros, pero acumuló grandes pérdidas de papel después que el terremoto en Kobe hizo estragos con los precios de las acciones en Japón. El 23 de febrero, en un estado de desesperación, dejó una nota de excusa en su escritorio y con su esposa Lisa voló a Malasia, después a Brunei y más tarde a Alemania. En el aeropuerto de Frankfurt fue arrestado.
Si Leeson es extraditado a Singapur y culpado de cuatro cargos de falsificación y ocho de fraude, podría permanecer 14 años tras las rejas. En cambio la sentencia en Gran Bretaña sería apenas de cuatro años.
Como último recurso, Leeson está tratando de ganarse a la opinión pública. En la entrevista habló acerca de la justificación moral de enviarlo de regreso a Gran Bretaña. Leeson sostiene también que simplemente perdió pero no robó dinero de Barings. En algunos momentos de la entrevista la actitud de Leeson fue conmovedora. "Tomar una posición futura es una apuesta del 50-50. Y las leyes de la probabilidad dirán que ganaría algo. Desafortunadamente perdí más de lo que gané". Aunque su aparición en televisión podría ayudarlo a ganar la simpatía del público, parece imposible que logre persuadir a los jueces.
Por ahora la suerte de Leeson se encuentra en manos de los funcionarios del gobierno alemán, que esta semana emitirán un concepto sobre la petición de extradición de Singapur. Pero lo que pareció quedar claro después de la entrevista es que si bien Leeson no traicionó a sus superiores, lo más probable es que sea juzgado en Singapur, donde los crímenes de cuello blanco tienen penas bastante prolongadas.
Hace un mes, la esposa de Leeson leyó una carta de su esposo a los medios de comunicación, solicitándoles que hicieran una campaña contra su extradición a Singapur. En la misiva el ex corredor bancario señala que podría recibir una condena de 84 años, porque cada uno de los 12 cargos tiene una sentencia máxima de siete años en prisión. "Amo a Nick y no quiero pensar que pasarán 84 años antes de que nos volvamos a ver otra vez", dijo Lisa al borde de las lágrimas ante las cámaras de la televisión británica.