Del rey para el rey

Diez años en el trono son dignos de celebración. Y que lo digan el príncipe Alberto de Mónaco y la princesa Charlène Wittstock, quienes armaron una fiesta memorable para celebrar su primera década a la cabeza de la monarquía. El espectáculo principal corrió por cuenta del cantante británico Robbie Williams, invitado especial de la princesa y cuya presencia emocionó tanto a Alberto que él mismo lo presentó a sus invitados en la plaza del palacio. Williams, por su parte, felicitó al príncipe y a su mujer vía Twitter, y les agradeció la invitación a la que llamó “una velada mágica”. El concierto del británico empezó con su sencillo Let me entertain you, se extendió por casi una hora, y luego fue complementado con las presentaciones de artistas como Lemar y Justin Caldwell. El espectáculo reafirma la onda moderna de los soberanos que disfrutaron de la noche como verdaderos adolescentes.