El fantasma azul

Es habitual que cada tanto las autoridades encuentren un cuadro famoso en un ático o en una bodega. Pero casi nunca sucede en el lugar donde hallaron hace algunos días una de Pablo Picasso: bajo otra de sus pinturas. La obra, que muestra un señor de corbatín en pose pensativa, estaba escondida dentro de La habitación azul, un óleo característico del melancólico periodo azul del artista español. Ya en 1954 un curador había advertido que la pintura presentaba algunas pinceladas viejas. Pero solo esta semana los restauradores descubrieron mediante rayos X el fantasma azul, del cual se desconoce su identidad. Por ahora hay quienes creen que se trata de Ambroise Vollard, el dealer de arte que en 1901 expuso por primera vez los cuadros de Picasso.