Dictador y cuentista

Los líderes de Corea del Norte, particularmente Kim Jong-il y su hijo y sucesor, Kim Jong-un, tienen fama de tiranos de mano dura. En su poco tiempo en el poder, Kim Jong-un ha ejecutado a varias personas y parece estar cercando al país más que nunca de las influencias occidentales. Pero la dinastía Kim tiene un lado más amable: le gusta escribir libros infantiles. El abuelo y el padre del actual dictador fueron prolíficos escritores de historias para niños, con títulos como Chicos exterminan a bandidos y La mariposa y el gallo. No es una sorpresa que los libros sean profundamente ideológicos y violentos. En Chicos exterminan a bandidos un grupo de jóvenes pelea contra unos criminales extranjeros que tratan de invadir Corea del Norte: “Finalmente el capitán cayó, soltando su mazo. En ese momento un grito de batalla se escuchó. Los aldeanos habían matado al resto de los bandidos”. Por el contenido de los cuentos, es claro que los líderes conocían muy bien la importancia de ideologizar a los niños.