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EL CRISTO DE FRENTE

Juan Fernando Cristo, el delfín cucuteño que llegó a la Consejería para las Comunicaciones de la Presidencia, ha sorprendido por su capacidad para nadar tanto en aguas mansas como en turbulentas.

3 de octubre de 1994

DOS DIAS ANTES DE CONTRAER MATRImonio con María Cristina Mantilla, hace cuatro años, Juan Fernando Cristo contrajo también matrimonio político con Ernesto Samper. El recién nombrado ministro de Desarrollo, su padrino de boda, le ofreció puesto como su secretario privado. Y, en ambas uniones ha demostrado una fidelidad a toda prueba. Este abogado de profesión y periodista por vocación, estaba entonces dedicado a la quijotesca empresa de editar un diario en su ciudad natal, Cúcuta, tarea en la que se metió recién graduado en la Universidad de los Andes.

Hijo del ex senador liberal por Norte de Santander, Jorge Cristo, Juan Fernando fue un delfín que aprendió a nadar solo. Gracias a ello, a sus 30 años sabe navegar tanto en las aguas mansas como en las turbulentas. Luego de pasar por el Consulado de Caracas, regresó al lado de Samper como parte del equipo de comunicaciones de su campaña. Curiosamente, la gran prueba de fuego no le llegó en esa época sino después del triunfo, con el sonado episodio de los narcocasetes. Entonces sus compañeros de equipo, Fernando Botero y Rodrigo Pardo, se encontraban fuera del país con el presidente electo y tuvo que capotear solo el temporal.

Acostumbrado a sacarle moraleja a las crisis, Juan Fernando Cristo se dio cuenta de que "no hay nada más complicado de manejar que la desinformación". Por eso, en el mes que lleva al frente de la Consejería para las Comunicaciones, le ha demostrado a la prensa que no hay temas vedados. Y lo primero que hace al llegar a su despacho es conversar con los periodistas, en tono amplio y directo, comentando incluso lo que no es para contar. Y la fórmula le ha resultado. También pudo detectar la necesidad que existía en el cuerpo diplomático de tener información ágil y oportuna sobre los acontecimientos del país y las decisiones del gobierno. Y ya ha comenzado a implementar, en coordinación con la Cancillería, el Centro de Información Internacional.

"La idea es tener un equipo de profesionales que mantenga actualizados, al minuto, a los embajadores y funcionarios en el exterior sobre todo lo que pasa en el país". La medida ha sido acogida con entusiasmo por los embajadores, quienes en lugar de los trasnochados temas que les llegaban por valija diplomática, han empezado a recibir memorandos informativos que los mantienen al día y les permiten servir de fuentes de primera mano a la prensa internacional.

Ante la seguridad y eficiencia que ha demostrado este delfín cucuteño, en Palacio se ha vuelto casi una muletilla la respuesta que el presidente Samper da a todo aquel periodista, funcionario o ministro que acude a su despacho en busca de información: "Hable con Cristo".-