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| Foto: A.F.P.

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Diez años de El diablo viste a la moda

Cambió la percepción del mundo de la moda y la carrera de las actrices que participaron. Para muchos, es de las películas más brillantemente livianas que hay.

2 de julio de 2016

Hace diez años, la película The Devil Wears Prada sacudió al mundo de la moda, a la industria del cine y marcó para siempre la vida del elenco.

“Nunca imaginé que mis líneas en la película fueran citadas por otras personas durante toda mi vida”, le dijo Emily Blunt a Vanity Fair.

Por su parte, Meryl Streep recordó que se inspiró en Clint Eastwood para darle  la voz baja y a la vez implacable a Miranda Priestly, la despiadada directora de una revista de moda inspirada en Anna.

Stanley Tucci añadió que “es una maldita película brillante y las películas brillantes se convierten en influyentes sin importar de qué traten”. Además, durante el rodaje se construyó un vínculo familiar inusual pues años después Tucci se casó con la hermana de Blunt. En el caso de la protagonista de la historia, Anne Hathaway, fue la primera película en la que representó a una mujer adulta y la catapultó a una carrera exitosa.

Hoy puede decirse que los 41 millones de dólares que costó bastaron para que una historia que parecía inútil y unos actores en ascenso quedaran en el recuerdo de una memorable película de domingo.