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El divino Jordan

Al llegar a la gloria deportiva, Michael Jordan se ha convertido en un multimillonario, un símbolo sexual y un apostador compulsivo.

19 de julio de 1993

El divino Jordan
HABLAR DE Michael Jordan no es sólo hablar de un gran basquetbolista norteamericano. Hoy en día se ha convertido en un símbolo sexual y en uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos. Como símbolo sexual se compara con lo que fueron en sus épocas Rudolf Valentino, Clark Gable y Mick Jagger. Sus ingresos, que se acercan a los 50 millones de dólares al año, lo convierten en uno de los deportistas mejor pagados y más ricos de toda la historia.
Y es que Michael Jordan es un jugador tan valioso, que es la pieza clave para que, al cierre de esta edición, los Toros de Chicago estuvieran a punto de conseguir lo que ningún equipo ha obtenido desde 1966 cuando los Celtics de Boston ganaron tres campeonatos consecutivos de la National Basketball Association -NBA-. En la década de los 80 dos equipos se han acercado a ese registro: los Lakers de Los Angeles y los Pistons de Detroit, cuando cada uno obtuvo dos títulos seguidos, sin embargo el tercero les fue esquivo.
Pero independientemente del resultado final del campeonato, Jordan en la presente temporada, además de estar a punto de coronar a su equipo campeón, empató a Rick Barry en el segundo lugar de los máximos anotadores en las finales de la NBA con 55 puntos en un solo eneuentro y, como si fuera mantuvo su promedio en 43 puntos en la serie final, acabando asi con la marca que ostentaba el mismo Barry desde 1967 con un promedio de 40.8 anotaciones.
Por todos estos logros, muchos especialistas en el tema aseguran que Michael Jordan es el mejor basquetbolista de toda la historia. Y eso se veía venir desde la primera vez que el público supo de él en 1982, cuando durante un campeonato universitario saltó seis metros hacia adelante para anotar un punto. Nadie se explica que es lo que este hombre hace para saltar y moverse de esa manera. Algunos lo explican por el hecho de que en sus 125 kilos de peso, Jordan sólo tiene un cuatro por ciento de grasa. (Elporcentaje promedio de un buen atleta en Estados Unidos es del 15 por ciento). Eso lo convierte en un hombre de fibra compacta que en lugar de saltar, rebota Mide 1.96 metros, algo que está muy por debajo de la medida de los gigantes del baloncesto, cuyo promedio es de 2.03 metros.
Pero lo cierto es que Jordan es una especie de gacela Registra en partidos de baloncesto 1.20 metros en salto alto y más de cinco en largo. Pero más envidiable quizás es que dentro de cinco años, cuando se retire, podrá haber acumulado una fortuna superior a los 500 millones de dólares, algo que ningún deportista había logrado en la historia.

LA MAQUINA DE HACER PLATA
Contrario a lo que muchos creen, Jordan no sólo ha hecho su fortuna jugando basquetbol. De hecho, sólo el ocho por ciento de sus ingresos anuales provienen de sueldo que recibe de los Toros de Chicago -3.9 millones de dólares y el resto, aproximadamente 46 millones, lo obtiene por publicidad. Es tanta la efectividad de Jordan para anunciar productos, que hay quienes dicen que además de ser el mejor atleta de Estados Unidos es el mejor modelo publicitario del planeta. La primera experiencia publicitaria la vivió con la marca de zapatos deportivos Nike. Hace cinco años esa empresa había dejado de ser la líder en venta para pasar a convertirse en una de las tantas que estaba atrás del entonces fenómeno de Reebook, y con sólo apareeer Jordan en la televisión y en algunos afiches con unos Nike, la empresa dobló las ventas y se consolidó nuevamente en el mercado como la mejor marca de zapatos deportivos. Esa misma experiencia la tuvieron los refrescos Gatorade, el cereal Wheatties, y muchos otros productos de diversa índole.
Pero quizás a los que mejor les fue contratando a esta máquina de hacer plata, fue a los propios Toros de Chicago. Antes de que Jordan entrara al equipo, nunca habían llegado a una final y eran considerados como un equipo que sería eternamente segundón. Sin embargo, desde que Jordan empezó a hacer sus cabriolas y saltos mágicos en la cancha de Chicago, el equipo ha vendido más entradas en los últimos 36 meses, que en todos sus 26 años de historia . Y eso es porque cuando juegan los Toros, ya no se trata de ir a ver buen baloncesto, sino de ser testigo de todo un espectáculo en el que Jordan desafía las leyes de la físíca, para conseguir una canasta.
Hoy en día son muchas las empresas que luchan para tener la exclusividad de Jordan, pues para nadie es un secreto que con Jordan en una pantalla de televisión como modelo de un producto, las ventas se triplican y la competencia queda practicamente sepultada.

EL APOSTADOR
Lo curioso de todo esto, es que a pesar de que Michael Jordan sea considerado el mejor basquetbolista de la historia y el mejor modelo publicitario, hay un lado oscuro en su personalidad que compromete su popularidad: es un adicto a los juegos de azar y a las apuestas. Repetidamente la prensa internacional ha informado sobre apuestas millonarias realizadas por el en los casinos, en los campos de golf, y en muchas otras partes.
Uno de los primeros incidentes ocurrió hace ocho meses, cuando apareció asesinado un apostador del bajo mumdo con un cheque de 108 mil dólares firmado por el basquetbolista. Cuando se realizaron las investigaciones, se logró establecer que Jordan le había pagado en días anteriores al apostador la deuda de un juego de póker.
Sin embargo, los escándalos no pararon ahí. Cuando los Toros de Chicago estaban jugando la semifinal de la NBA en Nueva York, contra los Knicks, la víspera del segundo juego Jordan la pasó jugando ruleta en un casino de Atlantic City hasta las dos y media de la madrugada. El escándalo no giró entonces alrededor de la millonaria suma que perdió, sino de la irresponsabilidad de trasnochar antes de un encuentro de semejantes dimensiones. Sin embargo, aunque Jordan no jugó muy bien y los Toros perdieron, anotó más de 30 puntos, algo bajo para su promedio, pero muy alto para cualquier jugador, lo que hizo que las críticas bajaran un poco de tono.
Michael Jordan no quedó sin embargo muy contento con los cuestionamientos que se le hicieron. Su revancha contra los cronistas deportivos, fue anotar la increíble cantidad de 54 puntos en el siguiente partido que su equipo ganó ante los Knicks. Hasta el día, parecía que las críticas a Jordan se acabarían por lo menos hasta el final de la presente temporada.
Pero hace una semana, un compañero de golf del deportista,, publicó un libro en donde acusaba a Jordan no sólo de ser un apostador compulsivo sino de ser mala paga. El libro tiene cifras impresionantes: el autor asegura que el basquetbolista apostó, en varias rondas de golf, 1.2 millones de dólares. Al suscitarse este escandalo todo el mundo pensó que Jordan lo iba a negar, pero la gente quedó sorprendida cuando dijo a los medios que "con su dinero hacía lo que le daba la gana, y que apostar con alguien en un juego de golf no es ningún delito". El fantasma que lo persigue es el de Pete Rose, el famoso beisbolista a quien el público norteamericano aún recuerda porque apostaba en sus propios partidos, a lo que sí es un delito. Y algunos no , descartan que al mejor basquetbolista lista de la historia, pueda llegar a pasarle lo mismo.-