EL GUARDIAN DE LA CARTA

HACE MAS DE SEIS AÑOS, CUANDO SE gestaba el movimiento de la séptima papeleta para reformar la Constitución de 1886, el entonces vicerrector de la Universidad de Antioquia, Carlos Gaviria Díaz, era uno de sus contradictores. Para él era inútil modificar la Carta, pues con un poco de voluntad política podía darse vigencia a muchas normas constitucionales que sólo estaban en el papel. Pero la vida da muchas vueltas. Hoy, por más contradictorio que parezca, Carlos Gaviria es el nuevo presidente de la Corte Constitucional, el organismo creado para salvaguardar la Carta Política de 1991.
Por esa contradicción, a primera vista parecería que Gaviria fuera uno de tantos oportunistas que abundan en Colombia en las épocas de crisis. Pero no. Su cambio de opinión es una de las cosas que más admiran quienes trabajan con él. No es fácil que una persona de 59 años admita que está equivocado. "Paulatinamente me fui dando cuenta que la actual Constitución, que algunos diven que es extensysima, contradictoria y hasta mal escrita en algunos apartes, le llega mucho más al pueblo que la aparentemente breve y perfecta de 1886 ", dive Gaviria.
Lo cierto es que desde cuando fue nombrado magistrado de la Corte Constitucional en 1993, Gaviria ha demostrado ser una de las personas que mejor conoce la nueva Constitución. Por eso no es exagerado decir que si hoy se reunieran todos los constituyentes y tuvieran que elegir al presidente de la Corte, la mayoría se inclinaría por Carlos Gaviria.
Este abogado nacido en 1937 en Sopetrán, Antioquia, especializado en la universidad de Harvard en jurisprudencia y teoría política, es considerado como uno de los magistrados de mayor avanzada, y junto con Eduardo Cifuentes y Alejandro Martínez, conforma lo que se ha llamado los tres mosqueteros de ese organismo. Gaviria entiende que la actual Carta es una de las más evolucionadas del mundo en lo que a los derechos fundamentales se refiere. Pero cree que para cubrir ese campo se necesitan jueces que hagan prevalecer la realidad sobre el derecho.
Hay quienes le critican a Gaviria que es demasiado objetivo y analítico al tratar un tema. Pero eso, antes de ser un defecto, es la mayor cualidad que puede tener un juez en sus funciones.
Eso garantiza que el nuevo presidente de la Corte Constitucional seguirá siendo el estudioso que ha sido a lo largo de una carrera que se ha centrado más en el campo pedagógico que en el del ejercicio profesional. Para que todo lo que está escrito en la Carta no se quede de nuevo en el papel.