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EL HOMBRE DE LAS AMERICAS

El premio de periodismo Simón Bolívar fue entregado a don Germán Arciniégas cuya historia y vida periodística han ido a la par con el siglo.

24 de agosto de 1992

EL 12 DE OCTUBRE DE 1492, UN MILAGRO genovés comunicó los dos hemisferios en una operación mágica. Venían flotando en el infnito Arcano. Eran dos medias naranjas sueltas desde que la historia existe.
La Tierra estaba partida en esas dos mitades que se ignoraban en forma absoluta. Colón las junta y desde ese día la historia se hace universal".
Estas palabras salidas de la pluma de Germán Arciniégas constituyen, en apretada síntesis, el reflejo de su propia biografía. Es, primero que todo, un historiador que se ha hundido en miles y miles de páginas en busca de la figura del hombre en su dimensión universal. Es, sobre todo, un historiador de América. Este continente y la trayectoria de sus gentes desde mucho antes de 1492, han sido el centro de su atención durante muchos años de ejercicio profesional. La Conquista y la celebración de sus 500 años han sido en los últimos tiempos su obsesión. Tanto, que hay quienes aseguran que se mantiene joven sólo para ser testigo del V Centenario.
Es, también, un periodista. Este fragmento es sólo una muestra de los más de 10 mil artículos de prensa que ha publicado, la mayoría de ellos en su columna del diario El Tiempo. Es, además, un escritor. Más de 50 libros y 200 prólogos han salido de su constante pluma que deja sobre el papel la huella de sus recorridos intelectuales. Es, aunque lo niegue, un poeta. Lo que escribe tiene siempre el sello de un gozoso interés por la forma del lenguaje. Es, para varias generaciones, un maestro. La curiosidad que lo llevó a recoger conocimientos, con los años se convirtió en bondad que le permite compartirlos. Finalmente, el fragmento arriba citado deja una sensación que es muy común cuando se trata de don Germán: la sensación de que el estuvo presente en el suceso. A los 92 años ha llegado mucha gente, pero los suyos han sido tan movidos y públicos que le han ido creando un halo de eternidad.
Nació en 1900 y desde que pudo empezar a hacer ruido ha sido vicecónsul en Londres, tres veces representante a la Cámara, dos veces ministro, embajador en Israel, Italia, Argentina, Venezuela y el Vaticano, profesor universitario, consumado poeta, escritor, promotor de toda organización cultural, presidente de la Academia de Historia, santanderista empedernido y, en los últimos 50 años, periodista.
Es por eso que, el Premio Simón Bolivar -el de "Toda una Vida"- cayó en muy acertadas manos. Y la satisfacción que esto le produce sólo será superada el 12 de octubre de 1992, cuando su eterna vitalidad le haya permitido cumplir una ilusión: vivir el V Centenario.