EL LIDER DE LA OPOSICION

JUAN CAMILO RESTREPO COMENZO SU VIda laboral con un trabajo bastante particular: era cazador de micos. Y no propiamente de animales salvajes, sino de 'micos' legislativos. El joven estudiante de derecho y economía pasaba días y noches enteras en el Congreso, a la espera de que, en los proyectos de ley que se aprobaban, se colara algún artículo que pudiera afectar los intereses de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, su empleador de la época.

Fue en el Congreso en donde aprendió a conocer la política y a tratar con los políticos, y allí donde descubrió su gusto por la actividad legislativa. Desde entonces fueron incontables las veces en que tuvo que asistir al Capitolio. Más de dos décadas después, en épocas del apagón, cuando era ministro de Minas y, -como él mismo lo dice-,"soñaba con un aguacero que durara tres meses", tuvo hasta seis citaciones al Congreso en un solo día. Pero ni como atajamicos de la Anif, ni como ministro creyó jamás que terminaría sentado en una de las Cámaras -el Senado-, en una curul.

Allí llegó en las elecciones de marzo pasado en compañía del mayor elector regional del conservatismo, el senador antioqueño Fabio Valencia Cossio, quien lo invitó a su lista. Obtuvieron la segunda mayor votación del país y ambos salieron elegidos. En un principio los seguidores de la actividad legislativa creyeron que Restrepo, con su fama de tímido y reservado, se tomaría su tiempo en saltar a escena. Pero la verdad es que a los pocos días de iniciadas las sesiones y gracias a su experiencia en la representación colombiana ante la Organización Internacional del Café, y su paso por la Junta Monetaria, la Federación Nacional de Cafeteros, la Superintendencia Bancaria, la Comisión de Valores y Acerías Paz de Río, se convirtió en el dueño del balón en materias económicas.

Por esa razón, y por ser un conservador equidistante del alvarismo y del andresismo, algunos sectores de la bancada azul, representados por Eduardo Pizano, Jaime Arias y Enrique Gómez Hurtado, han encomendado a este hombre, que pasa ya de los 50 años, la tarea de hacer un seguimiento riguroso y severo de la política económica de la actual administración, tarea en la cual ya se estrenó con éxito con una citación al ministro de Hacienda Guillermo Perry.

Esa citación ha sido la primera y no será la última. Todo indica que Restrepo, con su capacidad de estudio y su afán fiscalizador, va a aprovechar la oportunidad que se le ha presentado y se va a destacar como líder de la acción opositora que -a pesar de contar con cuatro ministros en el gabinete de Ernesto Samper- van a adelantar los conservadores para, entre otras cosas, animar una legislatura que prometía ser más bien aburrida.