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EL MULTIMILLONARIO 'CACHE' DE KISSINGER

Asesora a grandes multinacionales, y cobra un mínimo de 22 millones de pesos por sus consejos verbales.

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14 de julio de 1986


Henry Kissinger, ex consejero de Seguridad y secretario de Estado durante la administración Nixon, tiene lo que se necesita para abrir las fronteras internacionales al gran capital. A sus sesenta y dos años, presidente y único propietario de la compañía Kissinger Associates, firma internacional de consulta, es el personaje más brillante de la nueva raza de consejeros.

En la esquina entre Park Avenue y la calle 52 de la ciudad de Nueva York hay un edificio de oficinas en cuyo vestíbulo está la sede de The First American Bank, empresa líder de la banca internacional privada. En un lateral, enclaustrado en una columna de mármol, está el índice computarizado del edificio. Si se pulsa la letra "U" aparecerán nombres tales como el de Peter Ueberroth, comisionado de la Liga Nacional de Béisbol. Pero si se pulsa la "K" no aparecerá Kissinger Associates... Kissinger todavía recibe amenazas. Por razones de seguridad he tenido que ser invitado para poder saber en qué planta se encuentra la oficina de Kissinger Associates.

Kissinger salió de su oficina leyendo una hoja de papel. Me saludó afectuosamente y me dijo que no podría estar conmigo mucho tiempo. El ex consejero de la Seguridad Nacional y ex secretario de Estado es el presidente y único dueño de Kissinger Associates, compañía que, como dijo Kissinger da consejo tanto geopolítico como económico y ayuda a sus clientes en la planificación de sus negocios internacionales.

Entre los clientes de Kissinger Associates están incluidos Shearson Lehman Brothers y American Express Co., que utilizan los servicios de la compañía por una cuota de 420 mil dólares anuales. Para Shearson Lehman, Kissinger habla en comidas y cenas cuatro veces al año. Para American Express, tanto él como sus colaboradores están disponibles para contactos periódicos con la alta directiva del departamento de inversión.

La compañía de Kissinger no da análisis escritos, pero parece claro que sus clientes además de su consejo verbal están pagando la imagen de Kissinger, su famoso acento alemán y el status que todo ello implica.

Kissinger y sus colaboradores son, sin ninguna duda, los más brillantes de esta nueva raza de antiguos miembros gubernamentales que han decidido dar consejo a las grandes empresas en vez de emplearse en ellas. Sus predecesores, muchos de los cuales encontraron las puertas de sus negocios de banca y compañías de abogados todavía abiertas para ellos, volvieron a las mismas. Muchos de estos ex líderes del gobierno se preguntan a sí mismos, ¿por qué no mejorar nuestra imagen, nuestros contactos internacionales y ampliar conocimientos para conseguir mayores beneficios? Nadie diversifica más sus actividades en este tipo de negocio que este hombre llamado Kissinger. El permite que su nombre salga a relucir como candidato a gobernador de Nueva York. (El día de mi visita y de la llamada a la oficina del gobernador Cuomo fue en realidad el día que Kissinger dio a conocer su respuesta diciendo que no se presentaría a la nominación para gobernador de Nueva York). Kissinger escribe artículos para periódicos, presenta análisis para televisión, da conferencias gratis en la Fundación Republicana para personajes como Jack F. Kemp, de Buffalo, N.Y. y el vicepresidente George Bush. Es cariñosamente recibido por el Presidente francés en el Palacio del Elíseo y por el líder chino Deng Xiaoping en su oficina central.

La lista de clientes de Kissinger se extiende a Fiat, Volvo, The Fluor Corp... TME de Italia. Salvo muy pocas excepciones, aquellos que hablan sobre el tema dan muy pocos detalles, y casi ninguno tiene nada malo que decir de Kissinger Associates.

Cuando me estaba levantando para marcharme de la sala de espera de Kissinger Associates, Eagleburger entró en la habitación. El vicepresidente de la compañía fue subsecretario de Estado de la política exterior norteamericana .

La compañía, dijo Eagleburger, se fundó en 1982 con créditos de E. M. Warburg, Pincus Co., y de diversos bancos de inversión. Todos los empleados de la compañía, excepto Kissinger como único propietario, son asalariados (ninguno contará cuál es su sueldo). El equipo de Nueva York tiene un total de once miembros, incluyendo a Eagleburger, Stoga (trabajó en el First National Bank de Chicago) y dos colaboradores más. La oficina de Washington está dirigida por Scowcroft y tiene tres investigadores y cuatro oficinistas. Incluyendo los guardaespaldas de Kissinger. La plantilla de Kissinger Associates está compuesta por 25 personas. Aparte de eso, Kissinger tiene una oficina separada en Washington para sus asuntos privados. Habla en público a menudo. El costo de veinte conferencias al año es de aproximadamente 20 mil dólares. También da otras 20 conferencias gratis por diversas causas y para recolectar dinero para partidos políticos.

La junta de accionistas de la compañía es internacional. Incluye a William D. Rogerum, ex secretario de Estado y actualmente abogado en Washington; Saburo Okita, ex ministro de Asuntos Exteriores japonés; Pehr Gyllenhammar, alto directivo de Volvo; William E. Simon, ex secretario del Tesoro; sir Y. K. Kan, ex presidente de Alac Richfield; lord Roll, presidente de S.G. Warburg Co. y Edward L. Palmer, ex presidente del comité ejecutivo de City Bank. Muchos de estos accionistas ayudan a conseguir clientes para la compañía.

De acuerdo con algunos miembros de la misma, ésta tiene entre 25 a 30 clientes, cada uno de los cuales paga algo más de 150 mil dólares anuales por diferentes servicios. La renta neta anual se aproxima a los 5 millones de dólares.

El asesoramiento más completo consiste en cuatro reuniones planificadas al año entre Kissinger Associates y la alta directiva de una empresa cliente, más llamadas telefónicas. Este es el caso de H. J. Heinz Co., de acuerdo con sus propias fuentes. El mínimo parece ser 150 mil dólares por unas llamadas telefónicas más una visita de un alto directivo de una compañía cliente a la oficina de Kissinger. El aumento de los servicios depende de cuánto lo necesite el cliente.

La mejor representación de lo que Kissinger Associates hace por una empresa cliente fue descrita por Anthony J.F.O.'Reilly, alto ejecutivo de Heinz. La importancia de Kissinger, obviamente, varía de mercado a mercado, pero probablemente llega a su máximo en conseguir contactos. En esta ayuda está incluida Africa, y se ha citado una reunión reciente que tuvo con el presidente Felix Houphouet-Boigny, de Costa de Marfil, quien fue plenamente consciente de la intervención y el apoyo de Henry.

Decir que Kissinger es una llave es desacreditarle un poco, pero sin duda alguna, ayuda en las naciones con las bisagras oxidadas.

Kissinger dijo que él no se ve a sí mismo como una llave, que usa de su influencia en el gobierno para arreglar encuentros entre lideres gubernamentales y sus clientes.

El tema de los posibles conflictos de intereses sale a relucir porque Kissinger desarrolla actividades como la de ser presidente de la comisión de Reagan sobre América Central (se sabe que Kissinger Associates tiene clientes en la banca con intereses en esa parte del mundo). Kissinger, simplemente, asegura que no hay posible conflicto, que él separa sus recomendaciones sobre política de sus intereses comerciales. Además es miembro de la Junta Asesora sobre Inteligencia Exterior de la Presidencia. Kissinger dijo que a las reuniones de este grupo sólo va personal de inteligencia y lo que podría interesar a sus clientes nunca es discutido en estas reuniones por razones prácticas. Debe haber una o dos excepciones ocasionalmente, pero realmente ninguna sale a relucir.

Kissinger asegura que él no ha estado en las comisiones para conseguir información, pues para ello podría en cualquier momento telefonear al consejero sobre Seguridad Nacional o usar su amplia red de contactos.

Acordándose de su bien conocido menosprecio por las materias económicas, aclara que esto empezó a cambiar al final de su permanencia en el gobierno. Ahora piensa que en el mundo moderno si uno no entiende la relación entre economía y política, nunca podrá llegar a ser un gran hombre de Estado. No se puede llegar muy lejos sólo con la política exterior y seguridad.

Leslie Geló (Tomado de Cambio 16)