EL OCASO DE UNA ESTRELLA

PARA SUS TAMbién famosos vecinos en el exclusivo barrio de Beverly Hills, Marlon Brando es "el gran hombre que vive arriba de la montaña". Todos saben que se trata de una leyenda viviente para el público que lo endiosó desde que pisó por primera vez un escenario en Broadway. Noche tras noche los miles de espectadores que en 1947 vieron la obra A Streetear Named Desire, lo aplaudieron de pie por más de media hora. Su imagen de joven atractivo, atlético y talentoso lo disparó a la fama. Del galán de entonces sólo queda el recuerdo -hoy en día pesa más de 150 kilos- pero su condición de actor sigue intacta. Sin embargo, sus apariciones son cada vez menos frecuentes y notorias. Dos biografías que saldrán próximamente al mercado -una escrita por el mismo Brando y la otra por Petar Manso- narran la historia de este actor tan admirado como controvertido.
Sus esporádicas apariciones en el cine hacen que para las nuevas generaciones -que lo han visto en las pantallas como el padre de Supermán- sea un mito del pasado. Marlon Brando es actualmente el actor mejor pagado de la industria cinematográfica. Por su papel en la primera película sobre el superhéroe de las historietas -que no duró más de 20 minutos- cobró algo más de dos millones y medio de dólares. Y por la caracterización de Torquemada, 500.000 dólares por cada uno de los 10 minutos que apareció en la pantalla. Pero más que los millones que genera su contratación, la verdadera dimensión de Marlon Brando está medida por la gran expectativa que ha generado el anuncio de la salida al mercado de estas dos biografías.
Escribir sobre su propia vida era algo que no estaba en la mente de Marlon Brando, quien siempre había calificado despectivamente los libros sobre las estrellas del cine. Y dada su temperamental personalidad muchos editores ni siquiera habían contemplado la idea de una autobiografía. Incluso algunos críticos no esperaban que este hombre, que ni siquiera terminó el bachillerato, lograra escribir un libro. Para obtener un compromiso del actor, de escribir de su puño y letra su propia historia, la editorial Random House le consignó un jugoso avance estimado en seis millones de dólares. Ahora, dos libros esperan satisfacer la curiosidad del público sobre este enigmático personaje que ha jugado siempre en la vida poniendo sus propias reglas: Como sucede siempre con las historias de los famosos de Hollywood, el aspecto más esperado de todas las revelaciones gira en torno de la vida sexual de Brando, catalogado en una época como el actor más apetecido y perseguido por las mujeres. Desde el momento en que la fama tocó a su puerta, se convirtió en un símbolo sexual. Y un capítulo de su leyenda son las miles de cartas que recibía semanalmente de seguidoras que le manifestaban abiertamente el deseo de llevarlo a la cama, que le enviaban las llaves de sus domicilios para que las visitara. Y pocas se quedaron esperando que apareciera. Se dice que Brando ha dormido con tantas mujeres en su vida, que mientras estaba escribiendo su biografía tuvo que llamar a Ursula Andress para que le confirmara si ellos habían tenido relaciones 30 años atrás, pues Brando no estaba muy seguro.
Pero el voraz apetito sexual de Brando es sólo una parte de este capítulo. Dentro de todo lo que se ha dicho sobre el actor, no han faltado las afiladas plumas que aseguran que es bisexual. Estos basan sus afirmaciones en las declaraciones de su primera esposa, Anna Kashfi, quien asegura que Brando compartía por igual los placeres del sexo con mujeres y hombres. Pero esta afirmación no sólo proviene del resentimiento de una ex esposa. En 1957, Brando en una entrevista con el escritor Truman Capote en Tokio, aceptó haber tenido relaciones homosexuales. Algunos incluso han llegado a afirmar que su hijo Christian fue bautizado con ese nombre en homenaje al actor francés Christian Marquand, con quien Brando supuestamente tuvo un breve affaire en los años 50.
Christian, su hijo mayor, es precisamente el protagonista de uno de los episodios más dolorosos de la vida de Brando, ocurrido hace cuatro años, cuando el joven asesinó al novio de su hermana Cheyenne, Dan Droller, de quien ella esperaba un hijo. Los hechos sucedieron en la mansión de Brando, quien se encontraba en una de las habitaciones con su compañera, Cristina Ruiz, madre de tres de sus 11 hijos. El juicio terminó con una condena a prisión de 10 años para el joven, lo cual afectó visiblemente a Brando quien, durante el proceso judicial llegó en varias ocasiones hasta las lágrimas. Ese episodio puso también a Brando, quien siempre ha huido de la prensa, ante las cámaras. Y no fueron pocos los que describieron a la leyenda del cine como "un viejo cansado".
Presa de fuertes crisis sicológicas y financieras y agobiado por la obesidad, Brando parecía haber cerrado con broche negro una carrera exitosa. No obstante, el actor siempre ha logrado renacer como el ave fénix. Tanto su vida personal como profesional han sido de altibajos. A comienzos de los 70 cuando parecía que su carrera profesional iba en picada, el actor se recuperó con su papel en el clásico erótico El último tango en París -1972- y su interpretación de Don Corleone en El Padrino, le valió un Oscar de la Academia en 1973. Sin embargo, ahora todo lo que él ha amado se está convirtiendo en cenizas. Su paraíso en Tahití -donde se casó por tercera vez con una hermosa nativa, Tarita, con la que tuvo dos hijos-, y que le sirvió de refugio durante tantos años, está hoy a la venta. Y su hija Cheyenne, a quien envió a su isla para alejarla de "los males de la sociedad de Hollywood " luego de la tragedia, está actualmente sumida en las drogas. Hoy, aquel hombre que el mundo endiosó parece estar agobiado por las penas. Lo que muchos se preguntan es si la historia escrita por Peter Mason será la misma que cuente Brando. Y si él, a los 70 años, confesará toda su tragedia.