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EL ORACULO

Como cualquier candidato, el encuestador Carlos Lemoine se juega su pellejo en cada elección.

25 de noviembre de 1991


UNAS SEMANAS ANTES DE ELECCIONES hay una cosa segura: todos los candidatos están pendientes de las encuestas de opinión. De lo que ellas digan dependerá la supervivencia o el fracaso de cada uno de los aspirantes a ocupar cargos publicos. Y esperan, no cualquier encuesta, sino la de Lemoine. Porque las mediciones de opinión pública que hace el Centro Nacional de Consultoría dirigido por Carlos Lemoine, son en materia electoral lo más parecido a una Biblia. Habrá quienes les guarden reservas o quienes aleguen manipulación en el proceso, pero a la hora de los resultados, Lemoine sale avante con la mayor credibilidad en el mercado.
Esto ha convertido a este bogotano de 53 años en lo que podría llamarse un oráculo del proceso electoral en Colombia. Honor que compartía hasta hace poco con la firma Consumer, dirigida por Oscar Lombana. Pero la muerte de este último, dejó a Lemoine con un monopolio, si no en materia de encuestas, sí de credibilidad.
Una credibilidad que potencialmente puede convertirse en arma de doble filo, tanto para el encuestador como para los encuestados. De la cifra que la encuesta de Lemoine atribuya a un candidato depende tanto el prestigio de la firma encuestadora, como las adhesiones, la consecución de recursos y el interés de los medios de comunicación en el candidato en cuestión.
Hasta ahora, y durante los últimos 15 años, Lemoine tiene un récord casi impecable. En materia de elecciones presidenciales es el líder. En las de López y Barco, por ejemplo, tuvo un uno por ciento y dos por ciento de margen de error respectivamente. Con las parlamentarias el récord no es tan alto y él considera que su mayor gaffe fue el del proceso electoral derivado del Consenso de San Carlos . En esa oportunidad aprendí que la política regional tiene leyes y funcionamiento propios y diferentes a la política nacional.
Ahora que se estrena la circunscripción nacional para Senado y se mantiene la regional para la Cámara, Lemoine tiene por primera vez la oportunidad de mostrar su habilidad para medir las tendencias políticas del país en su conjunto.
Con ello cerraría un círculo profesional que empezó estudiando matemáticas aplicadas que lo llevaron de analista socioeconómico al Dane, de donde se retiró en 1971 para crear la Compañía Colombiana de Datos. En ella afiló el pulso hasta que en 1979 creó el Centro Nacional de Consultoría. Aunque las encuestas políticas son sólo el 20 por ciento de los contratos de su firma, a él le gusta trabajar en ese campo porque: