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EL OTRO JUICIO

A pesar de estar libre de la acusación de asesinato, O.J. Simpson deberá todavía afrontar otras batallas legales que podrían arruinarlo.

20 de noviembre de 1995

OJ. SIMPSON EStá ahora libre y de vacaciones con su novia, pero sus líos en los tribunales aún no han terminado. Por más que el astro de fútbol haya sido declarado inocente del cargo de asesinato aún le falta librar otras batallas legales. Se trata de tres demandas civiles. Dos por el homicidio culposo de Nicole Brown y el amigo de ella, Ronald Goldman, presentadas por las familias de las víctimas, y la demanda por la custodia legal de sus hijos, Sidney y Justin -de 9 y 7 años- que han solicitado los padres de Nicole.
Las fechas de los tres juicios civiles aún no han sido fijadas, pero es posible que Simpson no tenga esta vez la suerte del veredicto anterior. En el caso criminal lo salvó la 'duda razonable', ya que el jurado necesitaba prácticamente el 99 por ciento de certeza de la culpabilidad para decretar la condena. Y los abogados de la defensa lograron sembrar la duda acerca de la validez de la evidencia presentada por los fiscales contra el acusado.
Pero en los juicios civiles las cosas son diferentes. En estos casos la necesidad de probar la culpabilidad es menor. El jurado -que esta vez podrá incluir más personas blancas que negras- puede llegar a decidir en su contra incluso si encuentra que hay sólo un 50,1 por ciento de probabilidades de que Simpson haya sido el asesino. Además el veredicto no necesita ser unánime, pues sólo se requieren 9 de 12 votos para que las familias de las víctimas ganen el juicio contra O. J. Simpson.
Si bien la Constitución establece que una persona no puede ser juzgada por el mismo cargo dos veces, las familias de las víctimas sí pueden llevarlo de nuevo a una corte para buscar indemnización por la pérdida de sus seres queridos. Dada la decepción que han manifestado los parientes de Nicole Brown y de Ronald Goldman, lo más seguro es que lo hagan. En este caso el proceso tendría dos audiencias. Una en la cual los jurados deben determinar si existe la probabilidad de que el futbolista cometiera los asesinatos y, si lo creen responsable, otra en la que deberán decidir cuánto debe pagar de indemnización a las familias de las víctimas. Se estima que sus ex suegros y el padre de Goldman pedirán al menos un millón de dólares en cada juicio.
Pero además del dinero, Fred Goldman -padre del amigo de Nicole- ha manifestado su firme deseo de intentar desenmascarar al hombre que él considera fue el asesino de su hijo. Tanto los Brown como los Goldman quieren respuestas y, si Simpson es llevado de nuevo a los tribunales, todo el caso se centrará en su testimonio. Al contrario de lo que sucede en los juicios criminales, en los civiles no puede invocarse el derecho a la no autoincriminación. Así que esta vez Simpson no podrá apelar a la Primera Enmienda para permanecer en silencio. Si rehúsa responder, simplemente perderá el caso. Y en opinión de expertos analistas legales, los tres juicios civiles que vienen contra O.J. Simpson serán mucho más rápidos pero también más crudos de lo que fue el juicio criminal.
Se calcula que los honorarios de los 12 abogados que trabajaron en su defensa durante el pasado juicio se llevaron toda la fortuna que el astro del fútbol tenía en el momento de los asesinatos. Aunque durante el año que duró el caso Simpson obtuvo varios millones de dólares más por cuenta del libro que escribió desde la cárcel y la venta de objetos y tarjetas con su rostro y su nombre, ahora deberá costear honorarios a los abogados civiles que lo defenderán en las nuevas demandas, más el monto de la indemnización que fije el jurado, en caso de que lo condene, a las familias de las víctimas. El monto de esa cifra bien podría acabar de arruinar a O.J. Simpson.