EL ROLLO DE VERSACE

Hace unas semanas los residentes de la zona de Miami Beach experimentaron una sensación de déjà vu. Sucedió en una de las esquinas de Ocean Drive, frente a la blanca mansión sobre cuyas escalinatas quedó tendido hace tres meses el cuerpo de Gianni Versace. En el mismo escenario un hombre con un parecido extraordinario al modisto italiano llegó al gran portón negro, y cuando se preparaba para abrirlo, un joven le disparó a quemarropa en la cabeza causándole la muerte. El parecido con la escena real era estremecedor. El personaje llevaba shorts y camiseta, un atuendo similar al que vestía ese día el diseñador. Lucía pelo canoso peinado hacia atrás, la barba incipiente y en sus manos las gafas oscuras y el paquete de revistas que había comprado hacía unos minutos en el News Café, ubicado a tres cuadras de su casa.Los testigos de esa escena no estaban delirando ni viendo fantasmas. Se trataba de la filmación de uno de los momentos cruciales de la cinta The Versace Murder, una producción que adelantan los estudios Pan Am Pictures bajo la dirección de Menahen Golan que busca reconstruir con pelos y señales la muerte del famoso diseñador italiano. Para el público en general no es raro que a tan poco tiempo de su muerte ya la industria cinematográfica se encuentre filmando esta trágica historia. Desde que se conoció la noticia nadie dudó que se trataba de un excelente argumento y que tenía todos los ingredientes para ser éxito de taquilla. Por un lado estaba el glamoroso mundo de la moda con Versace en la cima de un imperio que logró establecer un vínculo entre la moda y las celebridades. Por el otro estaba un joven homosexual que se movía en los altos círculos sociales y que tenía un lado oscuro que lo llevó a asesinar sin piedad a amigos y extraños. Era una trama que difícilmente alguien dejaría pasar inadvertida. De hecho, tres estudios más _Warner Brothers, ABC y la RAI Italiana_ se encuentran en etapa de preproducción de sus propias versiones. Pero lo que hace especial a esta cinta no es solo la fidelidad con que se ha establecido cada episodio del crimen sino también la selección de sus personajes. Para representar a Versace fue escogido Franco Nero, actor italiano ampliamente conocido en Colombia no solo por su trayectoria sino por el sonado escándalo de paternidad que protagonizó hace algunos años cuando filmaba en el país la película Un solitario y medio. El parecido de Nero y Versace es asombroso y el hecho de ser también italiano le da una fuerza al personaje que ningún actor estadounidense le habría podido imprimir. El escogido para hacer el papel de Andrew Cunanan, el gigolo homosexual que asesinó a Versace, es Shane Perdue, un actor sin mayor figuración en el mundo del cine pero con una gran similitud física con el asesino real. Donatella, la hermana del diseñador italiano, es interpretada por la actriz Dania Deville, una rubia que tiene los mismos atributos físicos para interpretar a quien fuera considerada la musa de Versace. El argumento del filme abarca la estela de sangre que Cunanan dejó en su recorrido desde California hasta la Florida y durante el cual supuestamente asesinó a otros cuatro hombres. También cubre el momento en que, acorralado por la Policía, Cunanan decide quitarse la vida para evitar enfrentar su responsabilidad en los homicidios. La cinta también plantea todas las teorías acerca de la posibilidad de que Cunanan conociera a su víctima y que hubiera estado en una fiesta en su mansión una semana antes del asesinato. Y sobre todo deja sobre el tapete las posibles causas que llevaron a Cunanan a cometer esa serie de asesinatos. Aunque saber a ciencia cierta si fueron crímenes pasionales o producto de una mente perturbada son partes de la trama que Cunanan se llevó para siempre a su tumba.