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EL TELEFONO DEL AMOR

UNA COLOMBIANA LE HACE COMPETENCIA A LAS LINEAS CALIENTES INTERNACIONALES, PERO CON UN SERVICO MAS CRIOLLO.

1 de julio de 1996

El teléfono del amor Una colombiana le hace competencia a las líneas calientes internacionales, pero con un servicio más criollo. asta hace unos años las líneas calientes internacionales habían atrapado a desprevenidos y curiosos que buscaban un rato placentero escuchando las voces sensuales de mujeres. Ahora un servicio similar, pero más adaptado a la idiosincrasia del colombiano, les está poniendo la pata. Se trata de la primera línea caliente nacional, un servicio que ya cuenta con 1.000 afiliados, en su mayoría hombres, que con sólo marcar un número pueden tener la oportunidad de desahogar todos sus deseos y fantasías sexuales. La idea surgió hace tres años cuando Yanine Restrepo, una sexóloga de Santa Marta decidió explorar el fenómeno de las líneas calientes. Después de llamar a varios de estos números internacionales ella encontró que, en lugar de estímulo, esas llamadas eran más bien baños de agua fría. "La mayoría eran grabaciones incoherentes y fingidas con grandes pausas para hacer gastar el dinero de las personas", dice la especialista. Decidió que era hora de ofrecer una alternativa sexual individual y privada para darle rienda suelta a las fantasías de hombres y mujeres. Pensó que en un momento en que hay riesgos claros de contagio de enfermedades de transmisión sexual nada mejor que ayudarle a las personas a conseguir esto con sólo digitar siete números. Yanine reclutó a un grupo de mujeres entre 18 y 40 años, y con su experiencia como sexóloga les enseñó a tener una conversación perfecta para desinhibir a los clientes y a estimularlos para que liberen todas sus pasiones reprimidas. Después de tres años de ofrecer el servicio el teléfono no para de sonar. Diariamente reciben 100 llamadas y el 60 por ciento de éstas resultan en afiliaciones. Durante un día, en promedio reciben 40 llamadas de clientes que quieren dejarse excitar por la voz de su interlocutora."El perfil del cliente de la línea caliente colombiana es del sexo masculino, entre 35 y 60 años, casado y de un nivel social alto, cuya fantasía más común es tener sexo con dos mujeres simultáneamente", dice la sicóloga. Pero el equipo de la línea está preparado hasta para la más rara petición: charlas fetichistas y masoquistas, triángulos amorosos y hasta experiencias homosexuales. De acuerdo con Yanine, la gran diferencia de esta línea caliente frente a otras es que las voces son reales y los parámetros generales del diálogo se adaptan a las diferentes necesidades que tienen los seres humanos en materia sexual. En este punto, el empleo de un lenguaje coloquial y no de palabras rebuscadas es esencial para no entorpecer el proceso de familiarización. "De esta manera la gente se siente muy bien sin necesidad de tener que ir en busca de esas mismas experiencias en vivo y en directo", explica. Pero sin duda lo más importante radica en desarrollar una voz sensual, tener mucha imaginación y una gran capacidad de descripción. Sólo así, explica la doctora, la energía sexual comienza a disparar los impulsos telefónicos.