Home

Gente

Artículo

EL TOQUECITO LATINO

La sociedad de la hamburguesa descubre la otra cara de lo latinoamericano

5 de octubre de 1987

No es simple casualidad que uno de los temas más populares y también más antiguos del folclor latinoamericano, "La Bamba" esté triunfando actualmente en Estados Unidos no sólo como disco sino como película juvenil. No es casualidad porque coincide con la nueva película de María Conchita Alanso, la ex reina de belleza y cantante quien aparece en "Traición sin límite", al lado de Nick Nolte, como aparece Rubén Blades en la nueva producción de Robert Redford sobre la histórica revuelta de un grupo de cultivadores de fríjoles en la frontera, como aparecen los integrantes de Miami Sound Machine en cuanto evento importante se está cumpliendo últimamente en Estados Unidos, incluyendo los Juegos Panamericanos, como se venden muy bien los libros de varios escritores latinos en el mercado norteamericano, encabezados por Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges y Octavio Paz, además de Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, como aparecen numerosos jugadores de béisbol cubanos, venezolanos, dominicanos y colombianos en las Grandes Ligas.
No es simple casualidad y el éxito de "La Bamba", como canción y como película demuestra que los norteamericanos están redescubriendo esta otra parte del continente, esta otra cultura.
Ha sido un proceso largo, penoso, intenso, que ha tenido sus peores momentos cuando en las series de televisión los latinos sólo aparecían para hacer papeles de sirvientes, delatores, narcotraficantes y porteros, una imagen que la serie Miami Vice magnificó hasta provocar protestas en toda Latinoamérica, donde varios países devolvieron las cintas de video compradas, sin pasarlas siquiera. Gracias a la acción de comités integrados por profesionales latinos en las principales ciudades, especialmente Miami, Los Angeles, Chicago, Nueva York y San Francisco, conformando grupos de estudio de los problemas latinos publicando revistas y folletos, alquilando espacios en radio, televisión, periódicos y revistas para informar mejor sobre estas naciones la imagen de esos millones de ciudadanos ha adquirido más dignidad, respeto y mejores condiciones laborales. En algunas ciudades los núcleos latinos actúan más abiertamente, con mayor agresividad y sentido de la competencia mientras sus dirigentes comienzan a ocupar cargos cada vez más destacados dentro de la política y la administración.
Dentro de ese proceso de reubicación sociológica, los artistas en sus distintos oficios han incrementado el interés norteamericano por estas naciones. El caso de María Conchita Alonso es ejemplar porque en pocos años ha desarrollado una carrera meteórica. Comenzó con "Moscú en el Hudson" y en este momento protagoniza no sólo "Traición sin límite", sino otra película con Schwarzenegger y para diciembre anuncian otras dos. Cuando le preguntan por este boom latino, la actriz comenta: "Nadie puede sorprenderse, ya era hora, después de tanto luchar por los derechos de los latinos finalmente nos encontramos no en la mejor situación pero con mayores avances en todo sentido".
La situación de algunos escritores latinoamericanos es curiosa porque, aunque sus libros se venden muy bien y sus obras son analizadas por expertos y estudiantes en colegios y universidades, algunos de ellos no pueden entrar libremente a Estados Unidos y cuando se presenta un congreso coma el del "Pen" varios meses atrás, reciben un permiso tan especial que no pueden, por ejemplo, salir del área de Manhattan donde tenía lugar ese evento. Muchos de estos autores prefieren no insistir en su solicitud de visa y otros, como Carlos Fuentes, por simple rebeldía dictan clases en universidades y se hacen los locos.
"La Bamba", lanzada oficialmente en el Kennedy Center en Washington resume todas estas luchas porque cuenta la historia de un joven compositor, Ricardo Valenzuela, quien a finales de la década de los cincuenta logró imponerse en Estados Unidos. La película, dirigida por Luis Valdez (uno de los más destacados realizadores chicanos), reconstruye con la ayuda de amigos, testigos sobrevivientes y familiares del músico su batalla para ganar el reto de una época que era totalmente hostil a los artistas no norteamericanos. Lo extraño de Ritchie Valenz (como lo llamaban popularmente) es que a los ocho meses de haber impuesto su música (con temas como "La Bamba", Come on let go y "Donna" entre otros), murió en un accidente de aviación. Más de mil quinientas salas exhiben actualmente la película en el territorio de Estados Unidos y ya está colocada entre las primeras de la taquilla. El disco, preparado por Carlos Santana se está oyendo de un extremo a otro.
¿Por qué este interés inusitado de los norteamericanos por los latinos, por qué leen sus libros, por qué miran sus películas, por qué se interesan por sus conflictos, por qué Contadora y Centroamérica ocupan lugares de sintonía en la televisión diaria, por qué las frutas y los nombres y las canciones y los refranes latinos se utilizan todos los días? Rita Moreno tiene una teoría: "Nos estaban necesitando, necesitaban lo que nosotros podemos darles en abundancia". La cantante Gloria Estefan de Miami Sound Machine dice: "Su mundo, su cultura es muy fría, ellos son fríos y nosotros somos capaces de derretirlos".
Los numerosos restaurantes, pequeños y latinos que funcionan en la zona de Times Square, en Manhattan, los periódicos latinos (incluyendo los colombianos) que se consiguen en la calle 42, las revistas que están al día siguiente de salir a circulación, las frutas y productos en los supermercados, los nombres de plazas y calles y niños, todo indica que el éxito bestial de "La Bamba" no es simple casualidad.