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EL ZAR ANTISECUESTRO

Alberto Villamizar, un hombre que ha vivido en carne propia el drama de un secuestro, asume la dirección del programa del gobierno contra este delito.

9 de octubre de 1995

LUEGO DE UNA SEMANA DE EXPECTATIVA en torno de quién asumiría la dirección del programa que intenta combatir uno de los flagelos más alarmantes de la actualidad en Colombia, finalmente el viernes pasado el gobierno dio a conocer el nombre del zar antisecuestro. Se trata de un antiguo militante del Nuevo Liberalismo y ex congresista de la República, el cucuteño Alberto Villamizar Cárdenas, cuya misión principal será la de coordinar la puesta en práctica del paquete de medidas expedido por el presidente Samper hace algunos días.
Como director del Programa Antisecuestro del actual gobierno, a Villamizar le corresponde, entre otras cosas, asistir al Presidente y al gobierno en la formulación de las políticas integrales de combate al secuestro, estudiar y hacer seguimiento de todas las medidas sobre el tema y organizar información y estadísticas al respecto. Oficialmente, estas serían sus funciones como zar, pero en la práctica el nombramiento tiene otro alcance. Pocos esperan que un cargo disminuya un delito tan endémico como el secuestro. Es como crear un zar antipobreza con la seguridad de que va a acabar con la pobreza. Sin embargo, la creación del cargo tiene mucho sentido en dos aspectos: la coordinación de una serie de agencias que hasta ahora trabajaban dispersas -como el DAS, la Policía y los grupos Unase-, pero sobre todo la identificación inmediata para los familiares de los secuestrados de alguien a quien acudir. Sicológicamente será una gran ayuda para estas familias, que de ahora en adelante tendrán a un interlocutor especializado.
A primera vista Alberto Villamizar no suena como el candidato más lógico para un cargo que muchos asocian con un militar tipo Miguel Maza Márquez o Rosso José Serrano. Pero es que en la práctica la dirección del Programa Antisecuestro no tendrá a su cargo la acción directa, que será responsabilidad, como siempre, de los organismos especializados.
La oficina del zar antisecuestro va a ser mas bien un cuerpo de formulación de políticas y de ayuda a familias. Y en este campo pocos tienen mejores credenciales que Villamizar, quien tuvo a su esposa, Maruja Pachón, secuestrada seis meses por, Pablo Escobar entre 1990 y 1991 y conoce quizás como nadie el drama y las circunstancias que rodean a este tipo de crimen.