En primera persona

La historia de los Rolling Stones, contada por ellos mismos, es otra historia. De eso trata According to the Rolling Stones (que significa "Según los Rolling Stones"), editado en castellano por Planeta y que, con el título en inglés, se comienza a distribuir en Colombia. No es la biografía de la banda de rock' n roll más grande de todos los tiempos, sino un 'collage' de reflexiones que pintan de cuerpo entero a los protagonistas. Como dice el propio Mick Jagger, "Todos tenemos diferentes recuerdos de lo sucedido en estos últimos 40 años. La gente pule y destila sus anécdotas a medida que las explica. Al final, ya no sabes qué es verdad y qué es inventado". Editado en el Reino Unido en 2003, el libro lo realizaron Dora Loewenstein, Rod Bowman, Tim Rice (el mismo de Evita y Jesucristo superestrella) y Philip Dodd, durante la gira Fourty licks. Ellos siguieron a la banda a lo largo del mundo y recogieron estos testimonios entre noviembre de 2002 y mayo de 2003, durante las pausas de los conciertos.

Además de una cronología y una discografía, ofrece testimonios escritos por testigos privilegiados, entre ellos Amhet Ertegun (fundador de Atlantic Records), Giorgio Gomelski (empresario del Crawdaddy, el club los Stones se dieron a conocer), el príncipe Rupert Loewenstein (asesor financiero de los Stones desde 1970), Don Was (productor de los últimos álbumes de la banda) y Sheryl Crow (vocalista invitada en las dos últimas giras de la banda). According... muestra, entre muchas otras cosas, la gran importancia que tuvieron no sólo el blues y el country, sino también el jazz, en la formación musical de los integrantes de la banda. La manera como los Stones, ya desde los mismos años 60, han sabido adaptarse a las crisis, sobrevivir a las pugnas y tensiones internas, en particular entre Jagger y Richards, y también cómo han sabido llegarles a las nuevas generaciones que hoy los idolatran.

Pero, tal vez lo que provoca mayor fascinación es su gran capacidad para sobrevivir, mantenerse vigentes y desafiar a quienes los tachan de dinosaurios. SEMANA reproduce algunas de sus reflexiones y opiniones acerca de esa extraña química que los mantiene unidos a pesar del desgaste del tiempo, la carretera y sus temperamentos tan distintos.

KEITH: Nuestra relación fue, desde el principio, algo inexplicable. Nos dimos cuenta de que entre nosotros había química.

MICK: Keith y yo tenemos una relación muy complicada. No pretendo entenderla. Me parece demasiado difícil. Él es una persona muy introvertida, meditativo y tímido. Muchas veces le cuesta mucho expresarse. Yo soy, en cambio, extrovertido y muy gregario.

RONNIE: Lo que nos une es la música. Empiezas a tocar y entonces todo tiene sentido. Si no fuese por eso, seríamos un grupo de personas opuestas que no tendrían nada que ver. Los Rolling Stones son un vehículo que sólo funciona una vez que lo pones en marcha.

KEITH: Nosotros tenemos la sensación de que aún nos queda mucho por hacer. Ni por asomo nos ha llegado la hora de bajarnos del autobús. El sentimiento de desolación que nos entraría viendo cómo ese autobús sigue carretera arriba sin nosotros dentro sería insoportable.

CHARLIE: Creo que ha sido muy importante el hecho de que siempre nos hemos tomado grandes períodos de descanso entre giras. Una de las cosas que nos han mantenido en el candelero -aparte de que somos un espectáculo muy visual- es que nos hemos tomado esas pausas, de manera que las giras se convierten en auténticos acontecimientos.

MICK: Mi instinto me dice que una de las razones de que los Rolling Stones estén vivitos y coleando no tiene que ver con lo que la gente cree: que somos grandes músicos, que los temas son ya clásicos... sino que tiene que ver con la espectacularidad de nuestros shows. ?

CHARLIE: Mick es probablemente el mejor 'showman' del mundo. Mick es insuperable. Es increíble. Cualquier otro en su lugar habría sido linchado y a él lo han nombrado caballero. ¡Con 18 mujeres y 20 hijos! ¿No es fantástico?

KEITH: Nosotros todavía esperamos con ilusión el momento en el que empezará la gira: vivir en hoteles, pasar interminables horas en aviones... quizá es que somos animales de costumbres y estamos habituados a ello. Quizá somos adictos a ello. Pero, por otro lado, está el hecho de que disfrutamos encima del escenario y de que hay miles de personas que se lo pasan en grande con nosotros. Así pues, se puede decir: '¿qué sería del mundo sin los Rolling Stones'?