Home

Gente

Artículo

FIESTA DE DISFRACES

22 de febrero de 1999

Entre las excusas que suelen inventar los cónyuges para dejar de reconocer la parte del
patrimonio que le corresponde a su pareja en un proceso de divorcio, la del cantante británico Mick Jagger
parece ser la más original y al mismo tiempo la más descarada. Ocho años después de contraer nupcias
con la modelo estadounidense Jerry Hall en la paradisíaca isla de Bali y de haber tenido dos hijos con ella
durante este lapso, el líder del grupo Rolling Stones _que enfrenta los trámites de divorcio iniciados por
Jerry la semana pasada por las infidelidades de su marido_ declaró que se negaba a aceptar cualquier
arreglo económico de divorcio porque su matrimonio no tenía ninguna validez ante la ley británica. Cuando le
preguntaron por la ceremonia Jagger no tuvo ningún reparo en decir que eso no había sido más que una fiesta
de disfraces. Todo por no pagar los 50 millones de dólares que reclama Jerry por la separación.