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Final feliz

Después del gran escándalo, Alberto Cortina y Marta Chavarri van camino al altar

7 de agosto de 1989

Pocas veces un escándalo culmina en final feliz. Sin embargo, en el caso del sonado romance que conmovió a la prensa española, de Marta Chávarri, marquesa de Cubas, y Alberto Cortina, destacado banquero, las cosas no podrían ir mejor.
Después de meses de rumores, en los que se aseguraba el rompimiento inminente entre los dos amantes como si se tratara solamente de un affaire, ahora resulta que Alberto Cortina y Marta Chávarri están planeando reorganizar su vida juntos en forma permanente.
Por si algún lector desprevenido aún no lo sabe, se trata de los protagonistas del mayor escándalo erótico-financiero de la década en España. Dos ricas herederas, las hermanas Alicia y Esther Koplowitz, casadas con dos apuestos y ambiciosos primos, Alberto Cortina y Alberto Alcocer -apodados "los Albertos". Una sociedad conyugal y comercial que funcionaba a la perfección hasta que entró en escena la atractiva marquesa de Cubas, esposa del aplomado Fernando Falco, marqués de Cubas y veinte años mayor que ella. El romance entre la marquesa y el banquero, puesto en evidencia por las fotografías de una revista, precipitó el mayor desastre financiero de los últimos años en España y la inminente separación de sus protagonistas.
Aúnque inicialmente se dijo que la señora Koplowitz, de temperamento tolerante, sin duda olvidaría el affaire y volvería con su esposo, esta teoría se ha venido abajo con la aparición nuevamente en una revista de unas fotografías, tomadas con tele-objetivo por los paparazzi, en las que aparece la pareja en la exclusiva isla caribeña de Mustique. En dichas fotos es absolutamente evidente para cualquier observador que Alberto y Marta se aman.
La tormenta que vivieron en los meses pasados, que incluyó humillantes fotografías de ella sin ropa interior, lejos de debilitar su relación pareció fortalecerla. Y es así como en los círculos madrileños ya comienza a darse por hecho que dentro de poco tiempo la pareja contraerá matrimonio.
Marta Chávarri ya ha obtenido su divorcio con la rápida fórmula del "comun acuerdo", de su esposo el marqués. En cuanto a Cortina, si bien la separación de cuerpos se sucedió en forma inmediata, a la hora de la separación de bienes las cosas se complicaron. Y es así como, a pesar de tener Alicia Koplowitz, su esposa, junto con su hermana, la mayoría de las acciones de las empresas familiares y un previo régimen matrimonial de separación de bienes, las Koplowitz no han podido deshacer el inmenso poder que, a través de una enorme y complicada red de participaciones, adquirieron los Albertos en el manejo de su imperio económico.
No obstante, ya están próximas a su final las negociaciones entre los abogados de Alicia Koplowitz y Alberto Cortina que determinarán las condiciones de la separación y que, al decir de las malas lenguas, será el último gran negocio del banquero. Según se rumora, Cortina reclama la bobadita de 120 mil millones de pesos.
Al regreso de la paradisíaca isla se hizo pública la compra que Alberto Cortina ha hecho de un apartamento, de 300 metros cuadrados, en una selecta zona del centro de Madrid. Al decir de algunos, una compra modesta, si se tiene en cuenta de quienes se trata, pero que seguramente servirá a la pareja como "nido de amor" mientras ambos, con sus respectivas separaciones, reciben la jugosa parte correspondiente de las fortunas de sus adinerados cónyuges. Todo parece indicar que, como en los cuentos de hadas, en el caso de Marta Chávarri y Alberto Cortina puede concluirse que se casaron y fueron...-