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Física y química

Al igual que sus teorías sobre el universo, el romance del cientifico Stephen Hawking con su enfermera pasará a la historia.

25 de octubre de 1993

EL CIENTIFICO INgles Stephen Hawking es reconocido a nivel mundial por sus teorías sobre el origen del universo. Pero, además, porque padece una terrible enfermedad que le ha atrofiado prácticamente todos los músculos. A pesar de su extrema limitación física, Hawking es uno de los físicos más eminentes de este siglo. Se le compara con Einstein porque es quien más cerca ha estado de conciliar la teoría de la relatividad con la cuántica, lo cual permitiría comprobar la famosa teoría del Big Bang.
Es autor de dos libros, el primero de los cuales, Una breve historia, lleva cinco años en la lista de los más vendidos en el mundo. Experto en mecánica cuántica y vacíos espaciales, Hawking ha obtenido la mayoría de los grandes premios que existen en su campo a nivel mundial. Candidato desde hace varios años al Premio Nobel de Física, nunca ha llegado a ser considerado por el comité del Nobel porque el reglamento que rige al famoso premio exige que toda teoría sea verificada, bien a través de experimentación o de la observación.
Pero más que los premios, para Hawking el mayor reconocimiento a su trabajo científico es haber logrado despertar el interés de millones de lectores en todo el mundo en los temas de las leyes del universo y su destino. Pero sin duda al lado de este interés por sus teorías existe también una gran admiración por lo que se considera es un ejemplo de superación. Desde hace poco más de 20 años, Hawking padece una rara enfermedad degenerativa, progresiva e incurable, conocida como "Lou Gehrig" o esclerosis lateral amiotrófica. Los médicos que lo trataron hace dos décadas le dieron tres años de vida. Sin embargo, no sólo ha sobrevivido sino que ha demostrado sus extraordinarias capacidades intelectuales.
Condenado a una silla de ruedas, la enfermedad ha avanzado en los últimos años con tal rapidez que Hawking ha perdido incluso el habla y hoy sólo logra mover algunos músculos de la cara y un dedo de la mano izquierda. Pero un solo dedo le basta para accionar el sintetizador computarizado, diseñado especialmente para él, y el cual le sirve para comunicarse con el mundo. Además, el científico no ha sido el único sacrificado por cuenta de esta terrible dolencia. Su esposa, Jane Wilde, a quien conoció en la universidad y conquien se casó hace 25 años, se dedicó a cuidarlo y ayudarlo las 24 horas del día.
Hace un par de años, sin embargo, Hawking y su esposa decidieron contratar a una enfermera de tiempo completo para que lo cuidara. Durante este lapso fueron varias las enfermeras que estuvieron, día y noche, al lado del científico. Pero una de ellas, Elaine Mason, se entregó con tal dedicación a su paciente, que Hawking empezó a depender de ella mucho más que para la ayuda que requería por sus limitaciones físicas.
Lo increíble de todo este asunto es que Elaine Mason y Stephen Hawking resultaron perdidamente enamorados. Y hace un tiempo el científico decidió abandonar a su dedicada esposa y a sus hijos. Y Hawking movió el dedo para comunicarle a su esposa, por medio del computador, su decisión.
El amor de Stephen Hawking y Elaine Mason ha despertado toda suerte de comentarios y sentimientos encontrados. Pero de lo que no cabe duda es que, al igual que sus teorías sobre el universo, su vida amorosa también pasará a la historia.