Galán otoñal

Robert Redford, uno de los actores más atractivos de Hollywood, quiere envejecer con dignidad. Mientras muchos de sus colegas han hecho lo posible por retardar el paso del tiempo él se niega rotundamente a pasar por una sala de cirugía para quitarse las arrugas. “Todos se están pinchando, estirando y puliendo. Yo no soy una persona que se haga un ‘face lift’. Yo soy lo que soy”, señaló la estrella de 64 años en un discurso previo a la inauguración del festival de cine de Sundance. Redford se siente muy orgulloso de su aspecto y, aunque no tiene nada en contra de la cirugía estética, considera que las personas que se obsesionan con su físico pierden parte de su alma cada vez que se operan.