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GENIO Y LOCURA

De diseñar joyas y modas, un bogotano pasa a pensar en ataúdes "tipo masacre" y carpas "tipo inundación".

9 de enero de 1989

Ataúdes para tragedias, sombreros de alambre, cachuchas con persiana, adornos de aluminio, vestidos de papel y joyería "post-colombina", son algunos de los artículos que elabora Rafael Botero. Se trata de un diseñador industrial de la Universidad Nacional, que considera que "hay que ser audaz y romper con la dependencia cultural en materia de diseño ".
Su carreta es la de impulsar una posición "ética y estética tercermundista" que se enfrente a la actitud seguidista de los diseñadores colombianos quienes, a su juicio, lo único que hacen es esperar a que aparezca algo en Europa o Estados Unidos para fusilarlo en Colombia. "Eso no es diseñar sino copiar y aunque tienen mercado porque los colombianos dependemos cultural y estéticamente de Occidente no hay ningún tipo de creatividad. La profesión de diseño está prostituida" afirma Botero vehementemente mientras exhibe uno de sus proyectos: un traje de hombre fabricado en material impermeable.
La audacia si es la característica principal de sus diseños. Lo que llama joyeria "post-colombina" consiste en hacer de un objeto precolombino como una nariguera, un objeto moderno, como una hebilla para el pelo. Los sombreros de alambre, en realidad, poca sombra hacen, aunque estos originales adornos en la cabeza no lucen mal. El vestido de papel es un traje escénico desechable, elaborado sobre la idea de que este tipo de artículos normalmente no se utilizan más de una vez.
La funcionalidad, la estética y la economía son las tres principales razones que imperan en sus diseños. Además de su cierto toque de "locura", de la que Botero es consciente éste afirma que el diseño tiene que hacerse sobre la base de crear y "uno no puede inventar lo viejo y lo nuevo es siempre una locura".
Estas particulares características que inspiran a Botero lo han llevado a ingeniar un "programa" que, a primera vista, puede ser de los más exóticos que se han realizado: la infraestructura para tragedias. Botero sostiene que "como en Colombia se ha demostrado que no podemos evitar las catástrofes, lo que hay que hacer es algo para enfrentarlas una vez hayan ocurrido". Según el original diseñador,"las muertes colectivas cuando no son producto de un desastre natural son el resultado de una masacre, pero siempre se sabe desde antes que van a suceder y no se hace nada para que no sucedan". Ante este hecho, ha elaborado toda una propuesta integral para el momento de las tragedias, en la que incluye elementos para abaratar los costos de los funerales de las víctimas, facilitar el rescate de los heridos y hacer menos difícil la situación de los damnificados y sobrevivientes.
La idea de abaratar los precios de los funerales está basada en sustituir los costosos ataúdes de madera por uno elaborado en cartón corrugado. "De esta manera, un ataúd que vale 80 mil pesos, pasa a costar alrededor de unos 10 ó 15 mil pesos. Y el material en que se harían permite que externamente no haya diferencia con los de madera. Estarían lo suficientemente presentables como para que a uno no le dé pena enterrar a la mamá en un ataúd de estos" afirma. En cuanto al rescate de heridos, ha elaborado unas carpas que se armarían "casi que con la misma facilidad con la que se abre un paraguas, de tal manera que hasta un niño lo pueda hacer". Y para los damnificados ha diseñado un sleeping bag multiusos. Este consiste en un chaleco salvavidas que se convierte en chaqueta, a la que se añade un gorro y finalmente se complementa con una especie de tula en donde cabe una persona.
Este tipo de inventos ha sido ya objeto de patentes y está listo para convertirse en una propuesta para el gobierno. Botero afirma que al contrario de sus demás diseños, éste es el único al que no quiere sacarle dinero, sino que es más bien el perfil altruista que debe tener todo artista (porque considera además que su profesión es más artística que industrial). "Con esta idea para las tragedias lo único que aspiro es a conseguirme una palanca en el cielo", dice Botero.
En todo caso en sus diseños hay mucho de locura y genialidad y sus conceptos artísticos e industriales van a producir tanta admiración como risa. Y lo que sí se le puede augurar desde ya es que en el momento en que comience a exhibir sus diseños, que en ocasiones tienen más de inventos, encontrará eco en el mercado internacional. Sobre todo por sus exóticos adornos y su "carreta" tercermundista, a la que le suma conceptos filosóficos como el de la armonía entre lo natural y lo mecánico, lo espiritual y lo material, y lo lucrativo y lo altruista.