HAY CAMA PA TANTA GENTE

Cuando faltan pocas semanas para que finalice el año la mayoría de colombianos ya tienen
definido el lugar y la manera en la que celebrarán la llegada del año 2000. A diferencia de otras épocas, en las
que primaban destinos exóticos como Africa y Asia o grandes metrópolis como Nueva York y París, en esta
oportunidad la gente ha tenido que ajustarse a la recesión y son pocos los que emprenderán viajes al exterior.
Aunque Cali y Medellín son las ciudades que reunirán el mayor número de personas y Bogotá realizará una
espectacular fiesta el epicentro del turismo será Cartagena, en donde autoridades y habitantes han decidido
botar la casa por la ventana. Para nadie es un secreto que la inauguración de varios hoteles coloniales,
sumada a la restauración de las casas del casco histórico, ha provocado el renacer del distrito turístico
hasta el punto de que varios personajes de la política, el periodismo y la farándula encuentran en Cartagena
y las islas del Rosario el sitio ideal para las vacaciones.La expectativa para la fiesta del milenio es tan
grande que la capacidad hotelera está al tope desde hace tres meses, lo cual no deja de ser sorprendente si
se tiene en cuenta que el 31 de diciembre pasado sólo se presentó una ocupación del 75 por ciento.
Según Gina Benedetti, alcaldesa de Cartagena, la ciudad está preparada para recibir alrededor de 250.000
turistas, cifra récord para el promedio de años anteriores. Pero estar en Cartagena tiene su precio. Los que
asistirán a la exclusiva fiesta del Santa Clara, amenizada por Joe Arroyo y Son Mocaná, tuvieron que
desembolsillar 250 dólares por persona, eso sin contar a quienes tomaron el paquete de cinco días por un
valor de 2.000 dólares. El Santa Teresa también ofrecerá parranda hasta altas horas de la madrugada con
Sergio Vargas y Guayacán y, para acceder a una de las exclusivas mesas, es necesario pagar un cover de
180.000 pesos por persona. En Las Américas la rumba cuesta 150.000 pesos y en el Hilton 140.000 con la
actuación de Juan Carlos Coronell. La boletería se encuentra prácticamente agotada y se sabe de personas
que están dispuestas a pagar el doble y hasta el triple de lo establecido con tal de entrar a las celebraciones
que, además de la música, contarán con exhibiciones de fuegos artificiales.La oleada de visitantes ha
despertado el instinto comercial de los costeños que, para satisfacer la demanda de alojamiento, han
optado por arrendar sus propiedades. El alquiler de un apartamento va de 300.000 a 600.000 pesos diarios
y las casas pueden costar desde un millón hasta tres millones de pesos.A pesar del informe de The Wall
Street Journal, que clasificó a Cartagena como uno de los cinco peores destinos turísticos, los extranjeros
no se han dejado intimidar por la imagen violenta de Colombia y, por extraño que parezca, varios hoteles
tienen reservas de canadienses y europeos. Además para la última semana de diciembre se espera el arribo
de dos cruceros que eligieron a La Heroica para pasar la última noche del año en tierra. La televisión no se ha
quedado atrás y las fiestas cartageneras podrán ser vistas en 150 países gracias a RCN que, en unión con la
cadena MTN, transmitirá en vivo y en directo lo que ocurre en las murallas dentro de la programación del
milenio que recopilará las celebraciones de las principales ciudades del mundo.Ante el movimiento que se
avecina muchos se preguntan si Cartagena tiene la infraestructura suficiente para atender semejante
volumen de gente sin que se produzca un caos. Para los viajeros ese interrogante es lo de menos, pues
están dispuestos a apretarse todo lo que sea necesario con tal de ver el nuevo milenio desde una de las
ciudades más bellas del Caribe.