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HEROE CON FALDA

Mel Gibson se la jugó toda en la realización de su última película, no sólo como actor sino también como director y productor.

10 de julio de 1995

BRAVE HEART recolectó sus primeros 13 millones de dólares en taquilla en el fin de semana de su estreno en Estados Unidos. Y Mel Gibson por fin descansa en paz. En su segundo trabajo como director. el actor australiano parecería haberse inspirado en Kevin Costner. Corazón Valiente es solamente dos minutos más corta que las tres horas de Danza con Lobos. Y su producción tuvo tantos problemas y requirió esfuerzos tan descomunales como la accidentada cinta Waterworld, de Costner.
Corazón Valiente lleva a la pantalla la lucha del legendario rebelde escocés sir William Wallace, quien en el siglo XIII lideró una prolongada campaña contra las fuerzas del rey inglés Eduardo I. Con este ambicioso proyecto, Gibson ha conseguido llevar a cabo el sueño de coproducir, dirigir y actuar en una misma película. "Desde el momento que leí el guión de Randall Wallace -descendiente del líder escocés- me sorprendió. Lo tenía todo: batallas heroicas, una poderosa historia de amor, y la pasión y la fuerza de un hombre que encendió a un país entero contra sus enemigos"! dice Gibson.
El actor, que se ha caracterizado por sus habilidades para el cine de acción, ha optado en esta oportunidad por una aventura épica del corte de Rob Roy, que parece afianzar un nuevo género de héroes: los héroes de falda. Al igual que la cinta de Michael Caton-Jones, protagonizada por Liam Neeson y Jessica Lange, que lleva a la pantalla al famoso héroe escocés Robert Roy MacGregor, Mel Gibson eligió otro héroe para un filme saturado de violentas escenas de batallas.
Extenuado por los duros meses de rodaje en la rocosa geografía y los castillos de Escocia e Irlanda, donde debió filmar semidesnudo bajo las heladas y constantes lluvias que convirtieron el set en un barrizal, Gibson no sólo puso a prueba sus habilidades como actor y su estado físico sino también su temple como director y productor en una cinta que demandó un presupuesto de 60 millones de dólares. Para la realización de las famosas batallas de Falrick y Stirling, Gibson tuvo que emplear 2.000 extras, un centenar de caballos y un arsenal de armas de la época y fue tal el cuidado en los detalles, que estas escenas son consideradas las más realistas que se han rodado en este tipo de producciones. Ahora, Mad Max, el guerrero solitario de las carreteras australianas llega a la pantalla convertido en el héroe más importante de los escoceses, y su historia promete convertirse en el Lawrence de Arabia de las nuevas generaciones.-