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HISTORIA SIN FIN

Después de salir airoso en el caso de Monica Lewinsky, Bill Clinton se enfrenta a un nuevo <BR>escándalo de abuso sexual.

29 de marzo de 1999

Cuando el pasado 12 de febrero el Congreso de Estados Unidos absolvió a Bill Clinton de los
delitos de perjurio y obstrucción de la justicia, el mundo entero se imaginó que los escándalos del presidente
habían pasado a la historia. Pero no fue así. La semana pasada un fantasma de su pasado resurgió de las
cenizas para demostrar que, en materia de faldas, el inquieto presidente aún tiene muchas cosas que
explicar. Al menos en lo que se refiere a Juanita Broaddrick, una ejecutiva de 56 años que ha decidido contar
con pelos y señales el supuesto encuentro íntimo que sostuvo con Bill Clinton en 1978. En ese entonces
Juanita dirigía un asilo de ancianos en Arkansas y Clinton ocupaba el cargo de fiscal general a la vez que
adelantaba su campaña electoral para la gobernación de dicho estado. La pareja se conoció durante una
visita que realizó Clinton a los diferentes asilos de Arkansas y tras una breve charla el primer mandatario
invitó a la joven directora a visitar la sede de su partido en Little Rock. Motivada por sus ideales políticos,
Juanita decidió vincularse a la campaña como voluntaria y aceptó gustosa el ofrecimiento. Según la
víctima, Clinton aprovechó la oportunidad para invitarla a comer en el hotel en el que se hospedaban y
luego, con la excusa de tomarse un café, la llevó hasta su habitación en donde le propuso que se acostara
con él. Ante la negativa de la joven _quien alegó que ambos eran personas casadas_ Clinton optó por la
fuerza y la violó. Terminado el acto sexual el presidente le aseguró que no debía preocuparse por un posible
embarazo ya que él había quedado estéril como consecuencia de las paperas.Aunque los primeros rumores
sobre esta historia comenzaron a circular durante la campaña presidencial de 1992, los principales medios de
comunicación le restaron importancia por temor a que se tratara de la típica información preelectoral
orientada a desprestigiar a los candidatos. Hoy las explosivas declaraciones de esta rubia han alborotado
nuevamente el avispero y los medios no han tenido ningún reparo en ensañarse una vez más con la ya
maltrecha imagen del presidente.Como era de esperarse, los abogados de Clinton han salido a la defensiva
y aseguran que este incidente no es más que un pretexto de Juanita para llamar la atención. Su argumento
más fuerte radica en la falta de concordancia de los testimonios ya que en el último año la controvertida
mujer no ha hecho más que retractarse. Después de confesarle al fiscal Kenneth Starr que nunca había sido
violada, Juanita concedió una entrevista a la cadena NBC en la que contó con lujo de detalles su trágica
historia. Como si fuera poco, la demandante no tiene pruebas que corroboren la veracidad de su relato ya
que no existen testigos y el hotel en el que supuestamente ocurrió la violación ya no funciona. Lo anterior
hace suponer que Clinton volverá a salir por la puerta grande ante la mirada atónita de sus detractores,
quienes, a pesar de los hechos, se resisten a admitir que en Estados Unidos la imagen del presidente está por
encima de los escabrosos capítulos de su vida sexual. nLa defensa está tranquila porque no hay pruebas
contra Clinton