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"I TOOK MANHATTAN"

Casi nadie lo conoce en Colombia. Pero lo que es Botero en pintura y Gabo en literatura, lo representa Juan Montoya en el mundo de la decoración.

8 de octubre de 1990

Seis páginas de la última edición de la prestigiosa revista intemacional "Architectural Digest" están dedicadas a un colombiano. Se trata del diseñador Juan Montoya, un nombre que no es muy conocido en el país pero que figura en la lista de los cinco decoradores más cotizados en los Estados Unidos.
De ascendencia antioqueña y radicado en Nueva York desde hace 23 años cuando termino sus estudios en el Parsons School of Design-, Montoya es considerado actualmente como uno de los más innovadores exponentes del diseño de interiores a nivel intemacional. Un trabajo de asesoría con su firma tiene un costo promedio que oscila entre 300 y 600 mil dólares.Si se trata de un diseño arquitectónico, sus honorarios equivalen al 35% del costo de la obra, que puede llegar a los 3 millones de dólares. Entre sus clientes se cuentan el famoso productor de cine Mario Kassar, realizador de toda la serie de "Rambo", la presentadora de la cadena de televisión CNN, Elsa Klench, directora del programa "Style". También fue el diseñador de las oficinas de Christian Dior, en Nueva York. El único colombiano en la lista de sus clientes es el pintor Fernando Botero.
Al contrario de lo que podría pensarse, las fotografías publicadas en la revista no son tomadas en el apartamento de Montoya en Nueva York, sino en su apartamento del barrio Los Rosales. Bajo el título de "The Flavor of Bogotá", la revista registra los diferentes ambientes y la decoración donde predominan los muebles y objetos coloniales. Las extraordinarias fotografías, tomadas por Jim Amaral, son una muestra clara de porqué sus trabajos han logrado un lugar destacado en los más exclusivos círculos del mundo del diseño. Fiel a sus raíces, Montoya señala que su estilo tiene como base el estudio de las culturas indígenas, de las cuales es un admirador. "De las construcciones precolombinas he tomado los principios sobre la armonía de espacios y luz para el diseño de interiores", señala.
En la decoración de su apartamento, Montoya se interesó por utilizar exclusivamente materiales que se pueden encontrar en el país. El resto es diseño y creatividad. Admirador de la arquitectura de Salmona, Juan Montoya señala que mientras en los últimos años en el país ha habido un gran desarrollo en materia de arte y arquitectura, el diseño ha quedado rezagado. La prueba de ello es que la asesoría no se considera como un servicio profesional. "La mayoría de los diseñadores tiene que vender un objeto para asesorar al cliente. Pero no se contrata el diseño como un servicio. Sin embargo, el hecho de decir dónde se pone una mesa, es decoración pero no es diseno". Cuenta que en Colombia las señoras acostumbran invitar al diseñador a tomar el té para que les mire la casa y les dé algunos "consejos", sobre la decoración. Eso, que le ha sucedido varias veces, da una idea de la poca importancia que se le da al trabajo del diseñador. "Y muchas veces, los problemas de espacio o de iluminación que surgen después, resultan más costosos de solucionar que una asesoría profesional".
Con la seguridad que le da el haber triunfado en uno de los más competidos campos profesionales a nivel internacional, Montoya confiesa que debe su éxito al hecho de haber perdido el temor a innovar. "La excentricidad es siempre preferible a la seguridad" señala. Ahora, su propósito es cambiar esa mentalidad del colombiano, "que generalmente compra en el exterior lo que le gusta y lo copia", señala. "En el país existen diseñadores y materiales para lograr excelentes cosas originales".
Y está dispuesto a demostrarlo. Ahora, Juan Montoya ha decidido realizar sus próximos proyectos profesionales en Colombia. Para empezar, próximamente lanzará una línea de muebles diseñados por él y fabricados en el país. Se trata de una colección de piezas originales elaboradas en maderas exóticas. Su deseo es que sus creaciones, que han logrado imponer un estilo y que están cotizado entre los mejores a nivel internacional, sean conocidas también en el país. Y está resuelto a dejar una huella de su trabajo en Colombia.