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  Iñaki y la infanta Cristina se casaron en una fastuosa boda en Barcelona en 1997. A pesar de los problemas judiciales, la pareja se mantuvo unida hasta la semana pasada, cuando aparecieron las fotos del exduque con su nuevo amor, Ainhoa Armentia.
Iñaki y la infanta Cristina se casaron en una fastuosa boda en Barcelona en 1997. A pesar de los problemas judiciales, la pareja se mantuvo unida hasta cuando aparecieron las fotos del exduque con su nuevo amor, Ainhoa Armentia. Ahora parece que Cristina lo perdonó. | Foto: getty images

Realeza

Infanta Cristina e Iñaki: ¿reconciliados?

A Urdangarín y a la hermana del rey los vieron paseando cogidos de la mano en Ginebra, donde vive la infanta con su hija Irene.

25 de marzo de 2022

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín vuelven a ser noticia ya que, mientras todos pensaban que el exduque de Palma consolidaba a pasos agigantados su relación con Ainhoa Armentia —con quien se le ha visto en diferentes ocasiones paseando con normalidad por Vitoria en las últimas semanas, intentando normalizar su noviazgo—, nuevas informaciones apuntan a que el exjugador de balonmano habría viajado a Ginebra hace unos días para reencontrarse con la mujer con la que compartió los últimos 25 años de su vida.

Según el programa Sálvame, Urdangarín y doña Cristina se habrían reunido en la ciudad suiza en la que la hermana de Felipe VI reside con su hija Irene, de 16 años, y habrían sido varios los testigos que habrían visto a la expareja paseando en actitud cómplice y de compañeros, cogidos de la mano.

Esta es una información que ha alimentado los rumores de una posible reconciliación entre los exduques de Palma. A pesar de eso, cuando a Pablo Urdangarín, hijo de la expareja, se le preguntó sobre el tema, no respondió. “Prefiero no hablar de ese tema personal, gracias” confesó, con la templanza que le caracteriza.

Esta fue una respuesta esquiva con la que no niega ni que la infanta Cristina e Iñaki se hayan reunido en Ginebra, ni tampoco que su relación sea tan buena que incluso hayan paseado cogidos de la mano por la ciudad.

El aún cuñado del Felipe VI, rey de España, había asegurado este lunes que quiere “mirar hacia adelante” y pretende “volver a la gestión o al deporte en general” después de que la jueza de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao le hubiera concedido la libertad condicional, por lo que dejará de estar sometido al control presencial de la cárcel alavesa de Zaballa.

Urdangarin, condenado por malversación, prevaricación y fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el conocido caso Nóos, estaba sometido a un “control presencial, con citas telefónicas”, que no le obligaba a dormir en el centro penitenciario de Zaballa. A partir de la decisión, disfruta de la libertad condicional.

En una entrevista en la Cadena Cope, recogida por Europa Press, Urdangarín ha expresado que siempre se ha encontrado “muy bien” en el mundo del deporte y que el balonmano es “su segunda familia”. “No escondo que todo lo que he podido formarme o todas las herramientas que he podido ganar durante mi vida me encantaría volverlas a destinar a lo que pueda ser el deporte, en la vertiente que sea”, expresó el exjugador del balonmano.

Urdangarin, que se encuentra en prácticas como entrenador de balonmano en el Barça, el club donde desarrolló gran parte de su carrera deportiva, ha reconocido que el título se lo tenía que haber “sacado hace mucho tiempo” y ha definido de “excelente” su relación con el presidente de la entidad, Joan Laporta, de quien ha dicho que es una “persona muy generosa”.

En este sentido, el exduque de Palma ha mostrado su disposición a que, una vez finalizadas dichas prácticas, si hay “ocasión” por parte del club, “poder hacer algo”. “Lo que yo pueda aportar de balonmano (...) ya sabe el club que me tendrá encantado de poder colaborar y echar una mano”, ha apostillado.