La canciller rebelde

El sentido de la moda de Ángela Merkel siempre causa revuelo. En 2008 asistió a la inauguración de la Ópera de Oslo con un pronunciado escote que escandalizó a medio mundo. Entonces, aseguró que los comentarios la tenían sin cuidado y que seguiría vistiéndose como quisiera. Y así lo ha hecho. La semana pasada durante su visita al Vaticano para la misa de inauguración del papa Francisco, en vez de lucir una falda abajo de la rodilla y un velo, como acostumbran las mujeres en la Santa Sede, la canciller eligió un traje oscuro de pantalón y dejó su pelo rubio descubierto. Algunos criticaron su actitud porque retaba a la Iglesia, pero lo cierto es que la alemana no incurrió en error alguno pues aunque la norma es de obligatorio cumplimiento para las católicas, Merkel es protestante.