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Fenómenos paranormarles

La casa del horror

Una nueva película recrea la historia de una de las casas embrujadas más famosas de Estados Unidos.

24 de abril de 2005

El 18 de Diciembre de 1975 George Lutz se mudó junto con su nueva esposa y los tres hijos de ésta a una espaciosa casa en los suburbios de Nueva York. El agente de bienes raíces que les vendió la propiedad les comentó, sin darle mucha importancia al asunto, que unos meses antes la casa había sido el escenario de un sonado asesinato, pero los Lutz no vieron ningún problema. Incluso conservaron muchos de los muebles de los anteriores moradores. Sin embargo, 28 días después los nuevos propietarios salieron corriendo con poco más que lo que llevaban puesto, jurando nunca más regresar a la que habían creído la casa de sus sueños. La historia de lo que los Lutz vieron, oyeron y sintieron en la casa ha sido el tema de varios libros y películas para cine y televisión. La más reciente, The amityville horror, está barriendo en las taquillas norteamericanas.

Los horrores de Amityville, el suburbio donde está ubicada la casa, se remontan a la madrugada del 13 de noviembre de 1974, cuando Ronald DeFeo Jr. de 23 años, asesinó con un rifle calibre 35 a sus padres y a sus cuatro hermanos menores. El crimen horrorizó a la sociedad norteamericana por la crueldad de DeFeo y la tranquilidad con que finalmente confesó cómo fue liquidando uno a uno a los seis miembros de su familia mientras estos dormían. Días antes le había advertido a su padre, con quien solía discutir hasta darse golpes, que lo mataría, pero obviamente nadie le creyó.

Con DeFeo en la cárcel y condenado a seis cadenas perpetuas, los ejecutores del testamento de su padre procedieron a poner la casa en venta. Como nadie de la familia quiso quedarse con los muebles el encargado de vender la casa se limitó a cambiar los colchones de las camas, bañados en sangre, y poner un anuncio en los avisos clasificados del periódico. George y Kathy Lutz ya habían visitado más de 50 casas tratando de encontrar la que más se acomodara a sus necesidades y presupuesto, cuando vieron el anuncio. Luego de recorrerla supieron que la búsqueda había llegado a su fin.

La única precaución que los Lutz tomaron con respecto al asesinato cometido en su nueva casa, por consejo de un amigo, fue hacer que un sacerdote la bendijera. Un religioso conocido de George accedió a hacerlo mientras los Lutz descargaban las cajas del camión de mudanzas. Al terminar de recorrer cada uno de los cuartos, el sacerdote le advirtió a George que tratara de no usar mucho una habitación del segundo piso donde no se había sentido tranquilo. Él le dijo que pensaban convertirla en un cuarto de costura, que no se preocupara.

Mientras los Lutz se adaptaban a su nuevo hogar cosas extrañas comenzaron a suceder. Algunos cuartos eran invadidos de repente por olores repulsivos y extraños. Los inodoros se rebosaban con una materia oscura y de las paredes chorreaba una sustancia verde y pegajosa. En el cuarto de costura revoloteaban enjambres de moscas que no desaparecían pese a todos los esfuerzos de Kathy. Además, George se despertaba todas las madrugadas exactamente a las 3:15, hora en la cual se presume que DeFeo comenzó la masacre de su familia.

Como si fuera poco ruidos extraños llenaban la casa cada noche y Missy, una de las hijas de Kathy de sólo 5 años, empezó a hablar sola, o mejor dicho, con un amigo imaginario, que decía llamarse Jodie. Ni George ni Kathy le pusieron mucha atención al asunto hasta que Missy les dijo que Jodie cambiaba de forma y que le había dicho que ella se quedaría por siempre en esa casa. Finalmente la presión se hizo insoportable y George decidió sacar a su familia de allí. No había pasado ni un mes desde el trasteo.

A los pocos meses los Lutz hicieron pública su odisea. Un libro con su historia salió al mercado y se convirtió instantáneamente en un best seller. Pero también surgieron contradictores, incluyendo especialistas en parapsicología, que pusieron en duda la historia. Incluso se llegó a decir que todo había sido planeado por los Lutz y el abogado de DeFeo, quien con la teoría de que la casa estaba construida sobre un antiguo cementerio indio quiso convencer al juez de que su cliente estaba poseído por un espíritu maligno al momento de cometer los crímenes.

Hasta el día de hoy la comunidad de Amityville es recordada por la casa del horror. Aunque varias familias la han habitado desde entonces sin haber visto ninguna actividad paranormal, los turistas todavía merodean el barrio para tomar fotos de la construcción. Ni siquiera un cambio de fachada y de nomenclatura realizada por el último dueño logran despistarlos y los vecinos se han puesto de acuerdo para no hablar más sobre el tema.

Ficción o realidad, ya poco importa, la casa donde Ronald DeFeo Jr. mató a toda su familia y George Lutz temió por la vida de la suya, seguirá siendo uno de los sitios más misteriosos de la cultura popular norteamericana y la película no hará más que avivar el gusto que muchas personas sienten por lo inexplicable.