Home

Gente

Artículo

desplazados

La mirada inocente

Un nuevo libro y una agenda reúnen el trabajo fotográfico hecho por un grupo de niños desplazados de Soacha.

12 de enero de 2003

A principios de 2002, el fotógrafo estadounidense Alex Fattal llegó a Colombia para trabajar en el tema de los desplazados. Después de visitar varias zonas del país fue al barrio El Progreso, en los Altos de Cazucá, municipio de Soacha (Cundinamarca), donde se encontró con una situación social tan compleja que decidió centrar su trabajo en ese lugar. Además de hacer sus propias fotografías, Fattal organizó un taller con los niños y adolescentes del barrio. Acompañado por un grupo de investigadores y fotógrafos colombianos, Fattal les enseñó a los niños todo el proceso de la fotografía: desde la preparación de la cámara hasta el revelado de las fotos. Después de aprender los pasos básicos del proceso, los niños salieron con su cámara y tomaron fotos del barrio, de sus casas y de sus amigos. Después, ellos mismos revelaron y ampliaron sus fotos y escribieron un pequeño texto donde explicaban el trabajo. Los fotógrafos no tocaron las fotos ni corrigieron los textos para que se mantuviera intacta la idea de los niños. En 2002, estos trabajos fueron expuestos en varios lugares del país y luego fueron llevados a las universidades de Washington y San Diego. El experimento fue tan exitoso que los fotógrafos colombianos decidieron seguir con él: fue así como nació la Fundación Disparando Cámaras para la Paz, que continuó con los talleres de fotografía en Altos de Cazucá con la idea de ayudar a la comunidad y permitirles a los niños una forma de vida diferente. Oswaldo Vargas, director de la Fundación, dice: "Las actividades realizadas dentro del taller les permiten acceder a nuevos espacios, conocer otros niños y niñas en situación de desplazamiento y compartir sus experiencias". El trabajo de la Fundación ha tenido resultados excelentes. Para este año, la Fundación tiene planes de crecer y de llevar sus talleres a diferentes zonas del país. También tiene la idea de exponer las fotografías de los niños en varios países de América Latina. Los niños participantes en el taller demostraron una gran sensibilidad y sus fotografías, aunque muy rudimentarias, muestran una visión inocente, pero diferente, del mundo de los despalazados. Con ayuda de Dattis Comunicaciones, Unicef y Ancur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), los trabajos de estos niños fueron publicados. El libro El lugar donde habito y una agenda recogen algunos de los mejores trabajos hechos en los talleres de la Fundación en 2003. SEMANA presenta una muestra de este original trabajo.