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Catalina Sandino estuvo en Bogotá durante las fiestas de fin de año, para visitar a su familia y promocionar la película 'París,te Amo'

actriz

La misma de siempre

La única colombiana nominada a un Oscar, Catalina Sandino, vuelve a las pantallas colombianas de cine con la película 'París, te amo'

13 de enero de 2007

No es raro ver a Catalina Sandino caminando por el tapete rojo de los más prestigiosos eventos del séptimo arte en el mundo y charlar de tú a tú con algunas de las más grandes estrellas de Hollywood. Hasta ahora en Colombia sólo se la ha visto en María llena eres de gracia, que le valió la nominación al Oscar, pero el 9 de febrero Catalina regresa a las pantallas de cine nacionales con París, te amo. Esta cinta es una pieza excepcional en la que se cuentan 18 historias de cinco minutos cada una, dirigidas por 20 cinematógrafos diferentes. Catalina comparte créditos con algunos de los directores y actores más importantes en el medio. Alexander Payne, los hermanos Coen, Gus Van Sant, Alfonso Cuaron, Wes Craven, Gerard Depardieu y Tom Twyker cuentan con maravillosas imágenes las historias protagonizadas por artistas de la talla de Natalie Portman, Gena Rowlands, Juliette Binoche, William Defoe, Miranda Richardson, Fanny Ardant, Maggie Gyllenhaal y Elijah Wood, entre muchos más.

Lo que en ocasiones cuesta trabajo creer es que hasta hace cinco años ella era una joven bogotana que llevaba una vida común y corriente. Estudiaba comunicación social con énfasis en publicidad en la Universidad Javeriana, vivía con su familia y salía con sus amigos. Pero la rutina y la tranquilidad de su día a día le estaban empezando a parecer muy planos. "Yo le decía a mi mamá que sabía que podía sacar un título y trabajar en una agencia de publicidad. Pero no era algo que en verdad me apasionara y me di cuenta de eso en cuarto semestre. En ese momento apareció el papel en 'María llena eres de gracia' y siento que era algo que necesitaba en mi vida", dijo Catalina a SEMANA. De un momento a otro, sus compañeros de carrera dejaron de verla por los pasillos. Fueron pasando los meses y eran muy pocos los que sabían para dónde se había marchado, hasta que sorprendió a Colombia entera al ganar el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín en 2004.

Hoy está segura de que si su vida hubiese seguido tal y como era, si fuera publicista en vez de actriz, no sería tan feliz como ahora. Aunque acepta que el camino a la fama no ha sido fácil. Después de filmar María llena eres de gracia decidió mudarse a Nueva York y estudiar actuación. Lo que ganó con esa película la ayudó a sostenerse durante algunos meses, pero el dinero se le acabó y ella no lograba encontrar un buen papel en alguna producción. Así que, como la mujer sencilla y descomplicada que es, buscó un trabajo para poder vivir. Fue acomodadora en un teatro público durante algunos meses, hasta cuando empezó la gira de la película por algunos de los festivales más importantes del mundo.

En su nueva película, cada una de las historias tiene lugar en una calle o barrio de París, y todas son historias de amor. Algunas trágicas, otras cómicas, unas mudas o hasta miedosas. Se narra sobre el amor fraternal, el amor propio, el amor pasional, el amor pasajero, en fin, el amor en todas sus expresiones, en la ciudad más romántica del mundo. Los directores debían hacer su corto en dos días y dos noches usando como único escenario los paisajes de la capital francesa.

Catalina interpreta a Ana, una inmigrante latina que debe dejar a su pequeño hijo en una guardería todos los días y emprender un largo viaje en metro y bus por todo París para trabajar cuidando el bebé de una familia adinerada. La historia, titulada Loin du 16e, fue escrita y dirigida por el brasileño Walter Salles, el hombre detrás de películas como Estación central y Diarios de motocicleta. "Walter me dio el papel sin hacer pruebas", contó Sandino. "Mi preparación fue que nos montamos en el tren, el metro, en todo, para que yo viera cómo era la travesía de esta niña todos los días". Ella no habla durante el corto, pero canta una canción de cuna en español.

Además de María Álvarez en María llena eres de gracia y Ana en París, te amo, Catalina interpretó también a una inmigrante mexicana que trabaja en un matadero en Fast Food Nation, a una aspirante a cantante que encuentra el amor en Nueva York en The Hottest State y a Hildebranda Sánchez en El amor en los tiempos del cólera. En total ha actuado en siete películas hasta la fecha. En el 2007, además de poder verse la mayor parte de esas producciones, debe demostrar que su aclamado papel de mula del narcotráfico fue mucho más que un golpe de suerte y que en efecto su talento y presencia escénica son grandes.

Ella tiene claro que, aunque en este momento su futuro dentro del mundo del cine es muy prometedor, no es hora de dormirse en los laureles. Por eso sigue estudiando con una profesora privada y analiza muy bien los guiones antes de aceptar un papel. Esto ha orientado su trabajo hacia el cine independiente. "En este momento de mi vida no me interesa mucho el cine comercial. No me interesa hacer de zombi, o matar vampiros, o volar. Yo creo que el cine es único porque puede divertir, entretener y también enseñar un poquito". Además, sabe que la competencia entre las actrices de su edad es muy reñida y teme que llegue un momento en que pase su cuarto de hora y no la llamen más.

Aun así, tiene claro que dentro del mercado de las actrices latinas serias, que no son un simple cliché de la mujer con curvas despampanantes y acento marcado, ella está a la delantera. No teme ser encasillada, porque se siente orgullosa de su origen y no quiere negarlo. Pero su mayor satisfacción es que ha conseguido a pulso sus logros. "Me siento feliz porque a mí no me han regalado nada de lo que tengo. Creo que todas las puerticas que he abierto las he abierto yo sola y las que se me han cerrado también las he cerrado sola".

A pesar de estar jugando en las grandes ligas y de codearse con algunos de los personajes más importantes del séptimo arte, Catalina sigue sorprendiéndose cuando ve gente famosa que ella admira desde hace años. Como cuando asistió a la ceremonia del Oscar. "Yo le decía a mi mamá: 'Aquí está la gente que yo veía cuando iba a cine en Colombia'. Fue algo absurdo. Yo pensaba: 'será que le digo a Kate Winslet que me regale una foto'. Y todavía soy así muchas veces. Cuando vi a Shakira en los Latin Grammys pensé lo mismo. Uno sigue siendo el mismo 'ñoño' de siempre", confesó a esta publicación. Aunque con más experiencia y un poco más de años, Catalina sigue siendo la misma niña bogotana, de cara lavada y jeans que era cuando cruzaba los pasillos de la universidad para ir a clase. Con la diferencia de que ahora para las ocasiones especiales la visten magníficos diseñadores como Roberto Cavalli.