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La otra contienda

George W. Bush y John Kerry destapan sus armas secretas para las elecciones de noviembre: sus hijas.

30 de mayo de 2004

Cuatro nuevas contendoras acaban de lanzarse a la campaña presidencial de Estados Unidos. No se trata de candidatas decididas a convertirse en la primera mujer presidente de ese país sino de jóvenes y atractivas mujeres que buscan ocupar el puesto de 'primeras hijas de la Nación'. Las armas secretas de los candidatos han sido la principal atracción durante las últimas semanas, desde que las respectivas campañas anunciaron su entrada a la contienda.

El as bajo la manga del presidente Bush son sus hijas mellizas Barbara y Jenna, de 22 años y recién salidas del college. Aunque en repetidas ocasiones la pareja presidencial expresó su deseo de dejar a las jóvenes por fuera de la política, parece que la necesidad de darle un toque joven a la campaña los hizo cambiar de opinión. Ahora las hermanas pasarán sus vacaciones de verano en la sede de la campaña en Washington haciendo proselitismo. Además, en un intento por limpiar su imagen han anunciado que antes de proseguir con sus estudios universitarios se dedicarán a realizar trabajos voluntarios con niños necesitados.

Pero por ocupadas que estén ya se sabe que sacarán un tiempo para conceder una entrevista a la revista Vogue y posar en una sesión fotográfica. Este será el primer encuentro de las mellizas con la prensa luego de que en 2001 ocuparon los titulares de todos los medios del mundo por intentar comprar alcohol siendo menores de edad con una identificación falsa.

Por el lado de Kerry estarán Vanessa y Alexandra, de 27 y 30 años respectivamente, hijas de su primer matrimonio. La primera es una estudiante de medicina de Harvard que cuenta en su hoja de vida con temporadas de trabajo voluntario con los niños pobres de África. La segunda está a punto de terminar sus estudios de dirección de cine en el prestigioso American Film Institute de Los Ángeles y acaba de hacer su debut en el Festival de Cannes, donde presentó un corto. Pero más que por su talento Alexandra causó revuelo cuando desfiló por la alfombra roja luciendo un llamativo y transparente vestido negro que dejaba poco por adivinar.

Para reforzar el equipo, Kerry cuenta además con los tres hijos de su segunda esposa, Teresa Heinz Kerry, quienes se han unido con entusiasmo a su padrastro en el intento por llegar a la Casa Blanca.

Sin duda la inclusión de las hijas le aportará un toque de picante a una campaña que aún no entra en su recta final y en la que todo puede pasar. Ahora la competencia será por ver quiénes logran atraer el voto de los jóvenes sin antes sucumbir a los embates de la prensa y la opinión pública norteamericanas.