LA OTRA RIVAL DE DIANA

Aunque el incidente sucedió en diciembre, la prensa solo lo dio a conocer a finales de enero. La noticia en los diarios londinenses citaba a la princesa Diana como la fuente de un falso rumor según el cual, el año pasado Alexandra Leggebourke, llamada cariñosamente Tiggy, niñera de William y Harry, había quedado embarazada del príncipe Carlos pero se había practicado un aborto para evitar el escándalo. El rumor empezó durante la fiesta de Navidad que los príncipes de Gales ofrecieron en el Hotel Lanesborough para sus empleados. Allí, Diana se encontró frente a frente con Tiggy y le dijo: "siento mucho lo de tu bebé". Ante el pesado comentario, la colaboradora no pudo contener las lágrimas y rompió en llanto. Sin embargo al otro día se armó de suficiente fuerza y, a través de un abogado, le pidió a la princesa que se retractara y reconociera que el rumor era totalmente falso. Hasta la fecha Diana no se ha pronunciado y mucho menos ha presentado disculpas.Según fuentes allegadas a la realeza, lo que motivó a Diana a agredir a Tiggy fue la envidia que siente hacia ella. Para nadie es un secreto que un amplio grupo de personajes londinenses prácticamente está postulando a Alexandra como su futura reina. En su concepto es la mejor compañía para Carlos y como soberana sería mucho más carismática que la eterna amante del príncipe, Camilla Parker-Bowles. Sin duda, el navideño no es el primer incidente que ocurre entre las dos mujeres. Desde 1993, año en el que la atractiva y joven aristócrata se unió al equipo de colaboradores del príncipe Carlos, Diana empezó a sospechar sobre un posible romance entre ella y su esposo. La verdad es que para la princesa no fue difícil tejer esas conjeturas porque el príncipe heredero parecía disfrutar mucho de su compañía. Las demostraciones de afecto que le daba iban desde calurosos abrazos hasta comprometedores besos. Aunque Tiggy en varias ocasiones ha admitido que solo estuvo enamorada platónicamente del príncipe cuando era una colegiala, asegura que entre ellos nunca ha habido algo diferente a una gran amistad. Por otro lado, quienes conocen de cerca a Carlos aseguran que él solo la ve como un tío mira a su sobrina.Pero la antipatía de la princesa por Tiggy no para ahí. El hecho de que los niños pasen tanto tiempo junto a ella hace que la princesa se deje invadir por los celos. A ella nunca le gustó que Tiggy llamara a sus hijos "mis bebés" ni tuviera el privilegio de compartir vacaciones con ellos. Desde entonces, Diana ha tratado de menospreciarla refiriéndose a ella como "la sirvienta" y exigiéndole que no esté presente cuando ella habla por teléfono con sus hijos, ni que pase más tiempo del debido en el cuarto de ellos.Lo cierto es que si su intención era desprestigiar a la joven niñera, logró conseguir el efecto contrario, pues ante los malos tratos, varios de sus más cercanos colaboradores renunciaron y en los círculos sociales ya empezaron a tildarla de paranoica. Como quien dice, Diana de Gales 'peló el cobre'.