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LE PISARON LA COLA

Carlos Augusto el 'Tigrillo' Noriega rompe su silencio para arremeter contra el ex presidente Pastrana por su versión de lo sucedido el 19 de abril de 1970.

29 de mayo de 1995

PARA LOS COLOMBIANOS DE las nuevas generaciones es un personaje totalmente desconocido. Su apodo pasó a la historia como el del Ministro de Gobierno que supuestamente manipuló los resultados electorales para derrotar al general Rojas Pinilla y elegir a Misael Pastrana en 1970. Fuera de ese episodio, pocos se acordaban del 'Tigrillo'.
Por esto, sorprendió la semana pasada verlo rugir cuando el ex presidente Pastrana decidió pisarle la cola al tigrillo dormido, según Noriega. En un aviso de dos páginas publicado en el diario El Tiempo, el ex presidente se fue lanza en ristre contra Carlos Lleras Restrepo y contra su Ministro de Gobierno, quienes, paradójicamente, habían sido acusados precisamente de hacer fraude para elegirlo. Esto, dice Carlos Augusto Noriega fue lo que lo llevó a romper su silencio.
Y entonces salió el mismo 'Tigrillo' de siempre, quien a los 75 años no ha perdido su oratoria impetuosa y demoledora. "Con este comunicado, me obligó a polemizar para defender la verdad", dice. Sin pelos en la lengua Noriega calificó al ex presidente Pastrana de mentiroso, insoportable y conflictivo y su escrito como una "insidiosa tergiversación". Pero tal vez lo más sorprendente fue que, en forma velada, insinuó que en las elecciones en que se derrotó al general Rojas Pinilla pudo haber fraude, por lo menos a nivel regional. Como sin querer queriendo, repitió una y otra vez durante la semana: "No lo hice yo, ni lo hizo el gobierno. Otra cosa fue el prolongado escrutinio que duró tres meses. Pastrana recibió su credencial hasta el 15 de julio de 1970".
El debate sobre la legitimidad de la elección de 1970 tiene bastante aburridos a los colombianos. Sin embargo, lo que más llama la atención en la reaparición del 'Tigrillo' Noriega, es ver que tras su retórica pasada de moda hay unos valores, también pasados de moda, muy superiores a los que están en vigencia en la actualidad. Su breve pantallazo de la semana anterior evocó, no sin cierta nostalgia, la Colombia del pasado, en la cual el estudio y la cultura eran más credencial que el dinero, y la actividad política se asociaba más con vocación del servicio público que con acumulación de poder.
Ahora, Carlos Augusto Noriega ha dejado su tranquila vida de hogar para salir a la escena pública porque aunque hace 10 años se marginó de la vida electoral, nunca se ha retirado de la política. "Vivo beligerando 24 horas al día y más que oficina lo que tengo es un tertuliadero", dice.