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Los cleptócratas

Un reciente informe sobre corrupción revela la lista de los 10 presidentes más ladrones de los últimos tiempos.

11 de diciembre de 1980

El poder suele ser rentable. Pero algunos gobernantes lo aprovechan más que otros y se quedan con una tajada mayor de los dineros públicos. En su más reciente informe sobre corrupción, la organización Transparencia Internacional elaboró el ranking de los líderes más corruptos de las últimas dos décadas. "El propósito es ilustrar la magnitud del problema de la corrupción política. Seguramente habrá otros, pero con estos, a través de fuentes accesibles, confiables y públicas, hemos logrado establecer una cifra", dijo a SEMANA Diana Rodríguez, editora del informe.

Mohamed Suharto, presidente de Indonesia entre 1967 y 1998, ostenta el dudoso honor de encabezar el 'top 10' de los cleptócratas. Durante más de 30 años en el gobierno habría robado entre 15.000 y 35.000 millones de dólares. Gracias a sus movidas turbias, Suharto pasó de ser el hijo de humildes campesinos a ser uno de los 10 hombres más ricos del mundo. Según otras investigaciones, la cifra podría ser mucho mayor pues se estima que por sus manos y las de sus familiares pudieron haber pasado 73.000 millones de dólares, incluyendo gran parte de los 43.000 millones que el Fondo Monetario Internacional le dio al país a finales de los años 90. De esta manera el presidente y sus seis hijos construyeron un imperio de bancos, fábricas de automóviles, cigarrillos y bienes raíces. Para sus fechorías Suharto se valió de sus siete fundaciones de caridad libres de impuestos. Suharto fue acusado de corrupción, permaneció en arresto domiciliario y finalmente los jueces alegaron que por su mal estado de salud no podría someterse a un juicio.

El segundo de la lista es Ferdinando Marcos, presidente de Filipinas entre 1965 y 1986. Según el informe sustrajo entre 5.000 y 10.000 millones de dólares. Su esposa, la ex reina de belleza Imelda Marcos, poseía una invaluable colección de joyas y 3.000 pares de zapatos en un país donde un tercio de los 80 millones de habitantes vive con dos dólares al día. De acuerdo con algunos cálculos, cuando Marcos llegó al poder declaró 60.000 dólares y se estima que al huir a Hawaii en medio de una revuelta, el dictador contaba con unos 13.000 millones. De todo el dinero que la pareja sacó, el Tribunal Supremo de Filipinas sólo ha ubicado un poco más de 700 millones. Marcos murió en 1989 pero su esposa, que ha enfrentado varios juicios por corrupción, aún vive en la opulencia. Cuando se le pregunta por su fortuna ella dice: "Si sabes cuánto dinero tienes es que no tienes mucho".

Para haber nacido en un hogar de padre cocinero y madre camarera, a Mobutu Sese Seko, el tercero en la lista, no le fue nada mal. No sólo gobernó Zaire (actual República Democrática del Congo) entre 1965 y 1997, haciéndose llamar "el todopoderoso guerrero que, por su resistencia y voluntad inflexible de ganar irá de conquista y conquista dejando fuego en su ascenso", sino que se hizo a una fortuna de 5.000 millones de dólares. La mayor parte provenía de las ayudas europeas para la educación de su país. En vez de salones de clase y libros el dinero fue destinado a lujosas casas de verano en la Riviera Francesa, yates, una colección de Mercedes-Benz y a la construcción de un palacio y un aeropuerto en su pueblo con una pista capaz de recibir al Concorde. Mientras tanto su país se moría de hambre con un ingreso per cápita de sólo 100 dólares al año. Su 'castigo', al igual que el de su antecesor en el ranking, fue un exilio dorado, en su caso en Marruecos, donde murió en 1997.

El cuarto en este hall de la infamia es Sani Abacha, que gobernó Nigeria entre 1993 y 1998. Se estima que robó entre 2.000 millones y 5.000 millones de dólares, en su mayor parte de la industria petrolera, principal fuente de ingreso de su país. Sus críticos afirman que la desviación de los fondos puso en jaque la economía de Nigeria, pues el ingreso per cápita, que había llegado a los 800 dólares en los años 80, descendió a 300 bajo su gobierno. Además algunos informes revelaron que el dictador tenía más de 600 millones de dólares escondidos en cuentas bancarias en Suiza.

Le sigue Slobodan Milosevic, presidente de Yugoslavia entre 1989 y 2000. Conocido como 'El carnicero de los Balcanes', no sólo es el responsable de iniciar la sangrienta desintegración de ese país por su exacerbado nacionalismo serbio sino de apropiarse de 1.000 millones de dólares, aunque según otros estimativos su fortuna superaba los 10.000 millones. Una de sus estrategias fue congelar las divisas de las cuentas privadas, avaluadas en más de 4.000 millones de dólares, fondos con los que se cree que aumentó su fortuna y financió las guerras. Pero el dinero no pudo evitar que el Tribunal de La Haya lo juzgue por genocidio y la deportación de al menos 750.000 ciudadanos kosovares.

El ex dictador haitiano Jean-Claude Duvalier tiene el sexto lugar de la lista negra. En el país más pobre del continente americano, Duvalier amasó una fortuna calculada entre 300 y 800 millones de dólares. Desde 1986 reside en París, a pesar de estar acusado de 60.000 asesinatos políticos. Pero tal parece que se gastó la plata y vive pobremente.

El puesto siete es del ex presidente peruano Alberto Fujimori. Se estima que durante su gobierno, entre 1990 y 2000, desfalcó al Estado en 600 millones de dólares. De esa suma, 250 millones fueron encontrados en cuentas bancarias en el exterior. Japón, país donde reside desde que se destapó el escándalo de corrupción, se ha negado a extraditarlo por su nacionalidad nipona.

Con cerca de 200 millones de dólares le sigue Pavlo Lazarenko, primer ministro de Ucrania entre 1996 y 1997. Un año le bastó para acumular un historial de lavado de dinero, extorsión y fraude, por lo que acaba de ser encontrado culpable, y podría ser condenado a 20 años de prisión.

Se ha determinado que Arnoldo Alemán, ex presidente de Nicaragua y noveno en el ranking con 100 millones de dólares, aumentó su capital en 4.000 por ciento cuando fue alcalde de Managua y en 900 por ciento más como presidente, cargo que ocupó de 1997 a 2002. Fue condenado a 20 años de prisión por lavado de dinero, fraude, malversación, desvío de fondos públicos, asociación criminal y violaciones electorales.

Cierra la lista otro ex presidente filipino, Joseph Estrada, que se embolsilló cerca de 80 millones de dólares entre 1998 y 2001, año en que fue encarcelado por corrupción. 'Erap', como se le conoce desde sus tiempos de actor cinematográfico, acaba de recibir el beneficio de su lujosa villa de verano en las afueras de Manila por cárcel. Su caso, como el de muchos gobernantes corruptos, demuestra que todavía falta mucho para que los abusos del poder se castiguen con la severidad merecida.