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Los nuevos creyentes

Gracias a adeptos como Tom Cruise, la cienciología está en boca de todos. ¿En qué consiste esta religión?

10 de julio de 2005

Hasta hace un tiempo, la religión de moda entre los ricos y famosos de Hollywood oscilaba entre la kabbalah, una forma de misticismo judío practicado entre otros por Madonna, y el budismo, que tiene en Richard Gere a su mejor exponente. Ambas estrellas aprovechan su fama para promover el sistema de creencias que según ellos les ha cambiado la vida y dedican gran parte de sus ganancias a financiarlo. Pero desde hace unos meses la religión que más prensa moja es la cienciología, gracias a que una de las más grandes estrellas del celuloide, Tom Cruise, parece incapaz de pronunciar una frase sin mencionar las bondades de esta "filosofía religiosa aplicada". Él es, sin duda, el mejor embajador de la cienciología en todo el mundo.

Hasta 1991, la cienciología era relativamente desconocida para el público estadounidense en general, aunque no así para los miles de seguidores que habían empezado a cosechar desde su nacimiento en los años 50. Pero ese año un extenso artículo de la revista Time titulado Cienciología, el culto de la avaricia, sacó del anonimato no sólo a la relativamente joven religión, sino también la verdadera empresa en que se había convertido las enseñanzas de un hombre llamado L. Ron Hubbard, escritor de ciencia ficción y autodenominado profeta de la cienciología, que él mismo creó.

Dejando de lado las fuertes acusaciones que la revista hizo contra la cienciología, a la que definió como "un fraude global inmensamente rentable que sobrevive intimidando a sus miembros y críticos al estilo de la mafia", el artículo destapó varios de los secretos de esta iglesia, que hasta entonces eran material reservado para los creyentes. Gracias a Time y a innumerables páginas de Internet alimentadas por ex miembros de la cienciología, hoy es posible saber de Xenu, el tirano intergaláctico responsable de todas las desgracias de la humanidad. Luego de muchos años de estudio, Hubbard descubrió un 'incidente' sucedido hace 75 millones de años.

Según el creador de la dianética, en ese entonces existía en la galaxia un problema de sobrepoblación agudo, que Xenu, un ser omnipotente, resolvió mandando a los 'sobrantes' a la Tierra. El tirano congeló y amontonó a estos miles de millones de víctimas en los volcanes, donde luego los remató con bombas de hidrógeno y un lavado de cerebro de 36 días de duración. Estas traumatizadas almas, llamadas 'Thetans', buscan desde entonces refugio dentro de los humanos, como una forma de parásitos espirituales a los que se les puede atribuir los traumas, las enfermedades y las desgracias que aquejan a las personas. Obviamente, la única manera de deshacerse de los temibles 'Thetans' es a través de la cienciología.

Pero esto no pasaría de ser sólo una historia digna de H.G. Wells de no ser porque miles de personas en todo el mundo la toman como la única verdad y pagan miles de dólares para conocerla. A pesar de los esfuerzos de la iglesia de la cienciología por mantener en secreto los detalles de su fe, hoy se sabe que en ella existen varios niveles, ocho en concreto. Para acceder a cada nivel, los creyentes deben hacer una donación a la iglesia y se estima que para conocer el secreto de Xenu, revelado a los que llegan al nivel 3, es necesario haber desembolsillado un estimado de 360.000 dólares. Entre los famosos que más lejos han llegado en la escalera de la cienciología están Tom Cruise (nivel 6) y John Travolta (nivel 7).

Las prósperas arcas de la cienciología la han puesto en la mira de más de un gobierno. En Estados Unidos, aunque ahora es considerada una organización religiosa sin ánimo de lucro, en el pasado tuvo encontrones con el IRS (Internal Revenue Service), la agencia que maneja los impuestos, por su oscuro manejo del dinero. Aunque Hubbard murió inmensamente rico en 1986 y al parecer con cientos de millones de dólares en cuentas en bancos suizos, nunca se ha hecho una verdadera investigación sobre las finanzas de la organización. En Europa han sido menos tolerantes, por lo que en Alemania, por ejemplo, no es considerada una religión, sino un negocio con tendencias antidemocráticas, y sus practicantes están bajo estrecha vigilancia.

Por ahora, la cienciología se ha dedicado a promover los diferentes programas que ofrece para mejorar la calidad de vida. En varias entrevistas Cruise ha promovido dos de ellos: Escolástica Aplicada, que según él le ayudó a superar la dislexia, y la Comisión ciudadana en Derechos Humanos, que se dedica a luchar contra la siquiatría, gran enemiga de la cienciología. Otros, como la actriz Kirstie Alley, dicen ser la prueba viviente de la eficacia de Narconon, el programa creado para luchar contra la drogadicción y que, según ella, la curó de su problema con la cocaína. El colombiano Andrés López, creador del exitoso show Pelota de letras, agradece a la cienciología por haber logrado el equilibrio y el éxito en su vida. Finalmente, entre gustos no hay disgustos.