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METAMORFOSIS

21 de septiembre de 1998

Desde que saltó a la palestra pública Paula Jones ha estado obsesionada con su imagen personal. En 1994, cuando denunció al presidente Bill Clinton por acoso sexual, lucía unos rizos que la hacían ver descuidada. Pero entonces decidió alisar su larga cabellera para aparecer mucho más estilizada y elegante. A principios de este año, cuando tuvo que enfrentarse al presidente en la Casa Blanca, se presentó con sus cabellos rojizos y una espléndida dentadura, producto de un largo trabajo de ortodoncia. Hace un par de semanas la Jones decidió deshacerse de su nariz. Un benefactor anónimo le donó 9.000 dólares para que se sometiera a una cirugía estética y ella no lo pensó dos veces. Aceptó en seguida porque estaba cansada de las constantes burlas acerca de su prominente órgano nasal. Si bien esta mujer no ganó el pleito contra el mandatario, lo cierto es que mejoró notablemente su look y hoy ni el propio Clinton la reconocería.