No les dejo ni un centavo

Varias personalidades han declarado últimamente que no quieren dejarles su fortuna a sus hijos cuando mueran. Bill Gates, el hombre más rico del mundo, es el primero de la lista, pues cree que es una irresponsabilidad darles todo tan fácil a sus sucesores. Philip Seymour Hoffman, fallecido por una sobredosis de heroína en febrero, nunca se refirió a ese tema en público, pero su testamento deja en evidencia que pensaba exactamente lo mismo que el fundador de Microsoft. Tal como lo reveló su abogado esta semana, el actor decidió heredarle sus 35 millones de dólares a su mujer, Mimi O’Donnell. Ni un solo centavo para sus hijos, Willa de 5 años, Tallulah de 7 y Cooper de 10, a quienes no quería convertir en “niños malcriados”. Figuras como Warren Buffett, Michael Bloomberg, George Lucas y Sting también defienden firmemente esa teoría. Aunque, por supuesto, nada garantiza que sus descendientes no les saquen provecho a sus poderosos apellidos.